
La Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido revela en los últimos cinco años más de 2.529 productos han menguado de tamaño sin variar los precios. El fenómeno se ha dado principalmente en los alimentos dulces como chocolatinas o bollería. Denuncia que la tendencia se mantiene pese a que el precio del azúcar o cacao han caído con fuerza en los últimos años. l ¿Cómo ocultan los supermercados de Reino Unido la subida de los precios provocada por el Brexit?
"No te lo puedes creer, pero tus dulces favoritos están encogiendo". La advertencia de la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido (ONS, por sus siglas en inglés) es más propia de un truco de magia de Harry Potter que de una observación del 'INE británico'. La institución ha entrado de lleno en el debate que ha surgido tras el Brexit sobre si los fabricantes están reduciendo el tamaño de los productos para engañar a los consumidores pagando lo mismo por menos cantidad.
La ONS explica que es un fenómeno anterior a la consulta, pero más extendido de lo que se pensaba. De los más de 3.100 artículos y servicios que ha variado de tamaño, alrededor del 80% ha sido empequeñecido el envase o el paquete en los que son vendidos desde 2012. Algo que se ha dado sobre todo bebidas y alimentos.
Número de productos que han variado su tamaño desde 2012 // Fuente: ONS
A final del año, muchos británicos enfurecieron por la decisión Mondelez de reducir el tamaño de sus Toblerone pero sin bajar el precio. El servicio de estadística británico recuerda que no ha sido el único caso sonado, también ha sucedido con los Maltesers y M&Ms y ni mucho menos sólo con los productos relacionados con los chocolates.

Número de alimentos que han reducido su tamaño desde 2012 // Fuente: ONS
También apunta a ejemplos con artículos como el café, zumo, salchichas, cerveza y patatas fritas. Este fenómeno se conoce como shrinkflation, un neologismo que viene de unir las palabras shrink (encoger) y inflation (inflación), que consiste, básicamente, en que las empresas mantienen los precios de venta de los productos pero a cambio disminuyen el tamaño del artículo.
Sin efecto en el IPC
"En la ONS observamos de cerca los precios, enviando cientos de recolectores de datos a las tiendas cada mes para registrar los precios de productos específicos para calcular la tasa de inflación. Como parte de este proceso, tenemos en cuenta los tamaños de los paquetes para ver la evolución de los precios de manera comparable", explica Estadística.
"Cuando examinamos los datos de los últimos 5 años, encontramos que muchos de los artículos que registramos habían reducido en tamaño o peso, sobre todo en la categoría de comida y bebida", informa.
La ONS descarta que las decisiones de los fabricantes, a pesar del elevado número de productos afectados, haya tenido un efecto sensible en el global de precios. "No debe sorprender porque el IPC incluye una enorme muestra de los precios de los bienes y servicios de toda la economía, incluyendo los precios de la energía, el coste de vivienda, transporte, salud o educación", subraya. Los alimentos y bebidas son una proporción relativamente pequeña en la cesta de la compra.
Castigo a los golosos
Incluso señala que en la subcategoría de alimentos y bebidas no alcohólicas, tampoco hay un impacto significativo. Donde si ha influido ha sido en los precios de los productos como azúcar, mermelada, dulces y chocolates. La shrinkflation ha encarecido estos artículos en un 1,22%.

Evolución de los precios de importación en Europa // Fuente: FMI
En definitiva es una forma de encarecer los precios por los fabricantes de manera disimulada a los más golosos. La mayoría de marcas han defendido su estrategia por el incremento de las materias primas como el cacao o el azúcar. Sin embargo, la ONS subraya que el precio de importación europeo del azúcar ha ido disminuyendo lentamente desde mediados de 2014 y en marzo de 2017 alcanzó su nivel más bajo desde que los registros del Fondo Monetario Internacional comenzaron en 1991.

Precio del cacao // Fuente: FMI
Por su parte, el precio del cacao alcanzó un máximo de 5 años en diciembre de 2015 (debido a las sequías en los tres mayores países exportadores de cacao), pero ha caído drásticamente en el último año.
También la devaluación de la libra está detrás de la razones del incremento de los costes, pero la ONS insiste que este fenómeno no ha experimentado "cambio significativo" a raíz del referéndum.