Economía

El FMI rebaja el crecimiento de EEUU pero mantiene intactas sus previsiones globales

  • Revisiones al alza de la zona euro, Japón, China, Asia emergente y México

El Fondo Monetario Internacional ha presentado en Kuala Lumpur la última actualización de sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés). En el análisis realizado por el equipo liderado por Maurice Obstfeld, economista jefe de la institución, se estima que la economía mundial crecerá un 3,5% en 2017 y 3,6% en 2018, como ya estimó el pasado mes de abril en sus reuniones de primavera. Sin embargo la coyuntura actual oculta contribuciones ligeramente diferentes de las economías nacionales.

"La distribución de este crecimiento en todo el mundo ha cambiado con respecto a las proyecciones del pasado abril, algunas economías han mejorado pero otras no, compensando esas mejoras", explicaba Obstfeld. En este sentido, se destacan las revisiones al alza de la zona euro, Japón, China, Asia emergente y México entre otras. "Desde la perspectiva del crecimiento global, la rebaja más importante es la de Estados Unidos", manifestaba el alto funcionario del Fondo, quien matizó eso sí que la expansión americana debería mantenerse por encima de su crecimiento potencial a largo plazo.

Sin embargo, el estancamiento legislativo que sufre la administración de Donald Trump, que no avanza en sus promesas de aprobar una reforma fiscal o incrementar el gasto público en infraestructuras, ha obligado al Fondo a reducir sus previsiones de crecimiento hasta el 2,1% tanto para este año como el que viene, dos y cuatro décimas menos respectivamente con respecto a las estimaciones presentadas en primavera. Aún así, la mayor economía del mundo crecerá por encima del 1,6% registrado el año pasado, su menor nivel desde 2011 y uno de los más bajos desde la Gran Recesión de 2009.

Para el FMI la política fiscal en EEUU no será tan expansiva como se había pensado, teniendo en cuenta la incertidumbre que rodea los plazos y la naturaleza de la recalibración de dicha política. Además avisa que si la economía estadounidense avanza hacia políticas proteccionistas, "podrían reavivar las presiones de salida de los mercados emergentes" y trastocar las cadenas internacionales de suministro, reducir la productividad mundial y encarecer los bienes de consumo transables, perjudicando desproporcionadamente a los hogares de bajo ingreso.

Asimismo, el Fondo revisó a la baja el pronóstico de crecimiento del Reino Unido en 2017, ya que la actividad defraudó las expectativas en el primer trimestre. La economía inglesa crecerá este año un 1,7%, tres décimas menos de lo previsto, y mantendrá una expansión del 1,5% en 2018.

Por el contrario, se revisaron al alza las proyecciones de crecimiento de muchos países de la zona del euro como Alemania, España, Francia e Italia, done el crecimiento en el primer trimestre de 2017 superó las expectativas en términos generales. Ese hecho, sumado a las revisiones positivas del crecimiento registrado en el último trimestre de 2016 y a los indicadores de alta frecuencia del segundo trimestre of 2017, hace pensar que el ímpetu de la demanda interna es más pujante de lo previsto.

Reciben también mejoras en sus proyecciones otras economías avanzadas como Canadá y Japón, donde el consumo privado, la inversión y las expectativas apuntalaron el crecimiento en el primer trimestre, la revisión al alza fue marginal, de una décima, hasta el 1,3% para este año.

China debe mantener su vigilancia

En lo que China se refiere, se prevé que el crecimiento la segunda mayor economía del mundo se mantendrá en 6,7% en 2017, el mismo nivel que en 2016, pero experimentará un ligero retroceso el próximo año, cuando la expansión será del 6,4%. El equipo de Obstfeld elevó en 0,1 puntos porcentuales su perspectiva para 2017, gracias a una actividad más fuerte de lo esperado durante el primer trimestre del año, que estuvo respaldada por la distensión de la política y reformas del lado de la oferta (por ejemplo, esfuerzos por reducir el exceso de capacidad en el sector industrial). La revisión al alza de 0,2 puntos porcentuales en 2018 refleja más que nada la expectativa de que las autoridades postergarán el ajuste fiscal necesario (especialmente manteniendo una inversión pública elevada) para alcanzar la meta de duplicar el PIB real de 2010 llegado el año 2020.

De todas formas, el FMI enumera al gigante asiático entre los riesgos que pueden poner en riesgo la firmeza de la recuperación que experimenta la economía mundial. Los funcionarios del Fondo advierten a Pekín que suspender la atención acordada últimamente a la solución de los riesgos del sector financiero y a la restricción de la excesiva expansión del crédito (principalmente a través de una aplicación más estricta de la política macroprudencial) "podría provocar una abrupta desaceleración del crecimiento, con repercusiones negativas en otros países a través de los canales del comercio internacional, los precios de las materias primas y la confianza".

Por su parte, en India, el crecimiento repuntará en 2017 y 2018, como ya se cotejó en abril, con un crecimiento del 7,2% este año y del 7,7% el que viene.

La actividad económica de América Latina irá recuperándose poco a poco en 2017 y 2018, de acuerdo con las previsiones, a medida que países como Argentina y Brasil se recuperen de la recesión. En comparación con la edición de abril último del informe WEO, el crecimiento de Brasil que se pronostica actualmente para 2017 es más elevado, gracias al avance registrado en el primer trimestre, pero la persistente debilidad de la demanda interna y la agudización de la incertidumbre en torno a la situación política y a la política económica se verán reflejadas en una recuperación más moderada y, por ende, en un crecimiento menor en 2018.

El pronóstico de crecimiento de México en 2017 aumentó de 1,7% a 1,9%, empujado por la fortaleza de la actividad en el primer trimestre del año, en tanto que no ha habido cambios en el pronóstico para 2018. Las revisiones para el resto de la región son principalmente a la baja, incluido un nuevo deterioro de las condiciones en Venezuela.

La normalización monetaria y sus efectos colaterales

Obstfeld advirtió en su rueda de prensa que entre los riesgos negativos para la economía global, no sólo se incluyen el aislacionismo político o un aterrizaje forzoso de la economía china sino también los efectos colaterales de una normalización monetaria por parte de las economías avanzadas. "Muchas economías emergentes y en desarrollo han estado recibiendo entradas de capital a tasas de endeudamiento favorables, lo que posiblemente conduzca a riesgos de reversiones de la balanza de pagos más tarde", señaló.

"Las tensiones podrían surgir si los bancos centrales de la economía avanzada muestran una creciente preferencia por el endurecimiento monetario, como algunos lo han hecho en los últimos meses", dijo, en referencia a la Reserva Federal, que ya ha subido los tipos de interés en dos ocasiones este año y podría hacerlo de nuevo antes de que termine 2017. Esta situación que debería venir acompañada de una posible apreciación del dólar causaría tensiones en las economías emergentes muy apalancadas, con un vínculo cambiario al billete verde o con descalces en los balances, según el Fondo.

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