
Si nada cambia, el Gobierno revalorizará las pensiones el mínimo legal, el 0,25%, al menos hasta el próximo año 2022. Al menos, eso calcula la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) al hacer sus pronósticos. De cumplirse esta previsión, un jubilado medio actual perdería más de 2.000 euros de poder adquisitivo desde ahora hasta el final de 2020.
Una pensión de jubilación media actual asciende a 1.063 euros al mes, que se convertirán en 1.078 euros en 2021 si se mantiene la revalorización del 0,25% anual. Mientras tanto, si se cumplen las previsiones del Gobierno (subidas de precios del 1,5% en 2017, del 1,6% en 2018, del 1,7% en 2019 y del 1,8% en 2019), una pensión de jubilación de 1.063 euros al mes se debería convertir en una pensión de 1.134 euros al mes en 2021.
Así, en 2018, la diferencia entre una pensión revalorizada con el mínimo legal y el deflactor del PIB sería de 13,3 euros al mes (186,2 euros al año). En 2019, la brecha se ampliará a 27,8 euros al mes, lo que supone 389,2 euros al año. En 2020, la diferencia sería de 43,8 euros mensuales, es decir, 613 al año.
Finalmente, en 2021, una pensión de jubilación media con una revalorización del 0,25% subiría a 1.073 euros, frente a los 1.134 que supondría una pensión revalorizada con el deflactor del PIB esperado por el Gobierno. En este caso, la brecha sería de 61 euros al mes, es decir, más de 857 euros al año.
Así, en los próximos cinco años, un jubilado medio actual, con una pensión de 1.063 euros al mes, acumularía una pérdida de poder adquisitivo total de 2.046 euros al año.
Habrá que esperar para ver si se cumplen los pronósticos, tanto para la Seguridad Social, como de inflación en los próximos años. Por ahora, el cuadro macroeconómico del Ejecutivo no recoge previsiones para el Índice de Precios de Consumo (IPC), pero sí hace una estimación de aumento de precios a través del deflactor del PIB, que es otra forma de medir la inflación.