
La caída de la recaudación por IRPF del 3,7% en marzo respecto al mismo mes del año pasado ha estropeado al Gobierno, por el momento, el discurso de que habrá un incremento de ingresos del 7,8% en el conjunto del año, tal y como prevén los Presupuestos 2017. El IRPF hasta marzo avanza a un ritmo del 2,3%, más de tres veces inferior al que pronostica el Ejecutivo (7,7%), y lastra el dato global, que por otra parte sí es positivo. ¿Se ha pasado Montoro de optimista? Patina con la previsión de ingresos.
Lo que sucede viene a corroborar la versión del presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quien este jueves, en Comisión de Presupuestos del Congreso, consideró el escenario de ingresos "ambicioso pero factible" a excepción, precisamente, del IRPF. Otros organismos como el Banco de España han puesto en tela de juicio el cálculo de cotizaciones, para las que se prevé un incremento de casi el 7%.
Leve desvío
Pese a todo, el primer trimestre ha dejado buenas noticias a las arcas. Aunque la recaudación global crece menos de lo estimado (5,5% frente al 7,8% augurado por Montoro), el IVA va disparado. Gracias al fuerte consumo, este tributo deja un 8,4% más de ingresos, incluso por encima de lo previsto por Hacienda. Y pese a que hasta marzo Sociedades y Especiales avanzan menos de lo esperado, los datos que desliza el Gobierno referentes a abril compensarán cualquier desvío.
¿Por qué? Las empresas, a través del pago fraccionado en Sociedades, habrían disparado la recaudación un 11% en el cuarto mes del año. El IVA habría dejado, igualmente, registros históricos, impulsado además por efecto de la Semana Santa. Y el IRPF también mejoraría levemente respecto a registros anteriores.
De cualquier forma, los datos publicados a día de hoy son los de marzo. Y hasta entonces, la recaudación avanza menos de lo previsto, el 5,5%. De seguir a ese nivel, a final de año los ingresos totales se situarían en la órbita de los 196.000 millones, 4.400 millones por debajo de lo presupuestado por el Gobierno. Pese a todo, esos 4.000 millones podrían ser compensados, tal y como el jueves mismo reconoció AIReF, por un ahorro de dos décimas de PIB en el pago de intereses y por una cantidad similar en prestaciones de desempleo.
El déficit cae a la mitad
En lo que respecta al desequilibrio de las cuentas públicas, la mejora de la situación económica permite al Estado avanzar en la contención del déficit. Coincidiendo con la reducción del paro en marzo en 392.453 personas en relación al mismo mes de 2016, las transferencias del Estado a la Seguridad Social se redujeron en el primer trimestre en 1.666 millones con respecto al año anterior.
Esta rebaja ha permitido que los gastos del Estado retrocedan un 7,4% en ese tiempo hasta los 47.060 millones. La Administración Central hizo frente a ese nivel de gastos con unos ingresos de 41.401 millones (un 1,6% superiores a los del ejercicio previo). De ahí que el Estado haya rebajado su saldo negativo casi hasta la mitad en los tres primeros meses de este año situándolo en 5.659 millones, el equivalente al 0,49% del PIB (frente al 0,97% de déficit en que incurrió en 2016). Si se descuenta el gasto por intereses, el Estado registró un superávit primario de 651 millones.
En febrero, el déficit consolidado de Administración Central, autonomías y Seguridad Social se redujo hasta el 0,93% del PIB descontando las ayudas financieras, frente al 1,07% de 2016. Las comunidades autónomas mantuvieron su agujero en el entorno del 0,07% del PIB (836 millones). Mientras, la Seguridad Social logró un saldo positivo del 0,11% (1.315 millones).
Sociedades mejora un 100% en abril
El director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, evitó este jueves en comparecencia parlamentaria valorar si la previsión de ingresos elaborada por Hacienda está hinchada, tal y como denuncian la oposición, el Consejo de Economistas o el Banco de España. "Yo a lo único a lo que me puedo referir es a los datos. Y los datos dicen que la recaudación en términos homogéneos va a crecer el 11% hasta finales de abril", aseveró Menéndez. El pago fraccionado de las grandes empresas -por el reestablecimiento de los tipos- habría sido clave, dejando unos ingresos un 100 por cien superiores a los de hace un año.