Economía

Christian Daude: "Es el momento de retomar una agenda de integración ambiciosa"

Christian Daude, director de estudios económicos y sociales del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). eE.

Christian Daude es director de estudios económicos y sociales en el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Previamente trabajó durante más de ocho años en la OCDE como asesor principal en la Oficina del Economista Jefe y desempeñó varios cargos en el Centro de Desarrollo, incluido el de jefe de la unidad de América Latina y el Caribe durante tres años.

Tras dos años de recesión, la economía latinoamericana volverá a crecer en 2017, pero el avance será muy dispar entre los países...

Efectivamente, lo que estamos observando en América Latina es una recuperación económica extremadamente lenta en el agregado, pero con diferencias al interior significativas. Las últimas proyecciones del FMI estiman un crecimiento del PIB de solamente un 1,1 por ciento en 2017 y del 2 por ciento en 2018. Estas cifras están lejos de las tasas superiores al 4 por ciento que logró crecer la región en la década pasada. Claramente hay diferencias entre los países de la región. La bajada en los precios de bienes primarios ha tenido un impacto negativo en la mayoría de las economías de América del Sur, mientras que representan un alivio para América Central, que crecerá cerca al 4 por ciento en los próximos dos años.

¿Qué aspectos impiden el despegue de las zonas más débiles?

Hay una serie de aspectos que explican la débil performance de la región en su conjunto. El entorno internacional continúa siendo menos favorable, tanto desde el punto de vista de la demanda externa, en particular en lo que refiere a las materias primas, como en las condiciones de financiación. Por otro lado, hay una disminución cíclica de la demanda interna que no puede contrarrestarse con gasto público o política monetaria, por el reducido espacio fiscal y la alta inflación.

¿Cuáles son los principales focos de inestabilidad económica?

Por el lado externo, con posiciones fiscales debilitadas y niveles de inflación que están cayendo solo lentamente, un shock internacional ligado, por ejemplo, a un incremento en las tasas de interés internacionales podría llevar a un apretón fiscal con consecuencias recesivas y una devaluación de las monedas con consecuencias inflacionarias. A su vez, los riesgos geopolíticos mundiales han aumentado y la agudización o materialización de los mismos también tendría efectos significativos en la región. De la misma manera, continúan las dudas sobre el alto nivel de endeudamiento privado y la salud del sistema financiero chino. Una disrupción en esta dimensión significaría un golpe fuerte a varios países que comercian mucho con China o son exportadores de materias primas.

¿Y a nivel interno?

El mayor riesgo parece ser político. La gran incertidumbre política que hay actualmente en varios países de la región puede acentuarse y actuar como un freno a la inversión privada.

¿Cómo afectará la presidencia de Donald Trump a las relaciones entre EEUU y Latinoamérica?

Continúa siendo altamente incierto qué políticas efectivamente se implementarán en la presidencia Trump. Sin embargo, con respecto a México y el NAFTA, parecen continuar las intenciones de introducir más barreras físicas y comerciales. Solamente la posibilidad de que esto suceda tendrá posiblemente un efecto negativo sobre la inversión en México. En otras dimensiones, la región no ocupa un lugar importante en la agenda, pero podría verse afectada por ciertas políticas. Por ejemplo, mayores incentivos a la repatriación de empresas podría reducir el volumen de inversión extranjera directa.

¿La estrategia de América Latina ante el giro proteccionista estadounidense, pasa por una mayor integración entre la región?

La amenaza del proteccionismo norteamericano es una oportunidad para avanzar en la integración regional. En la década pasada hubo muchos avances en la integración política, pero la económica fue relegada a un segundo plano. Ahora es un buen momento de retomar una agenda más ambiciosa para integrarse más y mejor.

¿Unir Mercosur y la Alianza del Pacífico ayudaría en este proceso?

Sin lugar a duda. Pero es importante ir más allá de la política comercial y pensar en cómo la integración de mercados, por ejemplo el energético, puede ayudar a todas las economías de la región en ganar mediante la complementariedad productiva y una mayor competitividad. Bajar barreras arancelarias, sin una integración física de los mercados mediante infraestructura y armonización regulatoria, tendría un impacto limitado.

¿Confía en que el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur llegue a formalizarse este año?

Hay una ventana de oportunidad de formalizar este importante acuerdo pronto, pero hay que tener claro que también hay muchas incertidumbres políticas de ambos lados. Por ejemplo, es difícil pensar en un gran avance sin que se resuelva más claramente el tema del Brexit.

Hoy se presenta el informe RED 2016. ¿Qué habilidades requiere el mercado laboral latinoamericano?

Dada la estructura ocupacional que tienen los mercados laborales latinoamericanos, tres de cada cuatro empleos requiere bajas habilidades cognitivas complejas. Y esto es el resultado, en parte, de los bajos niveles de habilidades que se observa en promedio en la población. El reporte indica que América Latina se encuentra rezagada en el desarrollo de las habilidades laborales respecto al conjunto de los países desarrollados.

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