Rodrigo Rato ha obtenido un beneficio neto de 1,3 millones de euros con los contratos que le adjudicaron empresas privatizadas por el Gobierno de José María Aznar, del que él mismo fue vicepresidente. Son las ganancias que ha logrado la agencia de publicidad Cor Comunicación desde su constitución en 1997, según las cuentas depositadas ante el Registro Mercantil. Blesa y Rato recurren ante el Supremo sus condenas por las tarjetas 'black'.
Al frente de esta firma sigue figurando como administrador único Miguel Ángel Montero Quevedo, considerado por la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) como uno de sus principales testaferros. Entre las empresas que le contrataron figuran, entre otras, Endesa, Telefónica, Repsol, Argentaria, Retevisión, Iberia, Tabacalera o Aldeasa.
Aunque Rato asegura que no tiene relación accionarial alguna con la firma, la UCO no tiene ninguna duda de que es su propietario último. En este sentido, la Guardia Civil mantiene que se constituyó en 1997 "opacada", y que "durante su trayectoria su propiedad ha estado ostentada bien parcial o totalmente por testaferros".
Accionariado real
En la misma línea también, la Onif, la Oficina Antifraude de la Agencia Tributaria, aseguró ya en su último informe del pasado febrero que el objetivo era "ocultar su más relevante accionariado real, dado que su plan de negocio era contratar servicios de publicidad con algunas de las empresas del país", varias de las cuáles "han participado en proceso de privatización". Hacienda ratifica hoy sus conclusiones sobre el origen de la fortuna de Rato.
La Guardia Civil apunta que Rato habría facturado en total 83 millones de euros a empresas privatizadas. De ese importe, 67,6 millones de euros corresponderían a contratos con Cor Comunicación y otros 15,3 millones a otras firmas pertenecientes al exministro o a su familia, como Viajes Ibermar, Congress XXI, Muinmo y Rueda de Emisoras Rato.
Cor Comunicación se creó tan sólo un año después de la llegada del PP al Gobierno. Ese año, en 1997, facturó ya 161.031 euros, una cifra que aumentó hasta 3,25 millones en 2003, con Rato como vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Economía. Tan sólo durante su etapa en el Gobierno, Rato facturó a través de Cor Comunicación casi 16 millones, con un beneficio neto de 713.442 euros. Los ingresos se multiplicaron, sin embargo, tras su salida del Ejecutivo y a su llegada a la dirección general del FMI.
Al frente de este organismo, en el que estuvo hasta 2007, ingresó más de 24 millones y obtuvo unas ganancias netas de más de medio millón. Durante esos años, más del 90% de la cifra de negocios de Cor provenía de contratos con antiguas empresas públicas en cuyos procesos de privatización él mismo había participado.
Investigación "política"
Rodrigo Rato ha critica a los tres agentes firmantes del último informe de la UCO asegurando que tienen "su propia hipótesis" sobre el presunto blanqueo y tacha la investigación de "eminentemente política".
Rato se ha defendido a través de una carta a la que ha tenido acceso elEconomista en la que asegura que el informe tiene como objetivo "afectar" a su "buen nombre" como ministro.
El exvicepresidente explica que la propia investigación señala que su familia vendió su participación en Cor Comunicación en el año 2002 "para después ignorarlo".
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