Prudente en cuanto a las previsiones macroeconómicas y a las políticas de gasto e inversión y sumamente voluntarista en la proyección de ingresos. Así podría describirse el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado 2017 que ayer mismo presentó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso. Este es el libro amarillo con el resumen de las partidas. | Se someterán a votación el 4 de mayo.
Unas Cuentas que confían en un aumento de la recaudación de 14.500 millones, un 7,9% más que en 2016, un escenario que la oposición censura por "irreal" y que los empresarios acogen con suma cautela, dado que todas las anteriores proyecciones de ingresos del Gobierno erraron.
Lo cierto es que ese aumento recaudatorio del 7,9% es más del triple del que se logró el año pasado, cuando los ingresos avanzaron un 2,3%. Montoro recordó a este respecto que entonces la inflación era cero o incluso negativa, y ahora supera el 2% e incluso ha tocado el 3% en enero y febrero, cuando los ingresos "han crecido en el 6,7%". "Es algo que ya está pasando", afirmó el ministro, confiando en que el crecimiento económico sea superior al 2,5% y permitan el nivel de ingresos dibujado en las Cuentas.
Pero lo cierto es que la previsión de avance del PIB nominal (esto es, crecimiento más inflación) se sitúa en el 4,1%, aún muy lejos de ese aumento recaudatorio previsto del 7,9%. A ese dato se agarraba ayer la oposición del PSOE para justificar su veto a las Cuentas, al entender que las grandes cifras "están hinchadas en al menos 6.000 millones". Fuentes socialistas reconocen, eso sí, que las del proyecto del año anterior "eran mucho más irreales que ahora".
Desde Ciudadanos, potencial socio del Gobierno, se contempla el escenario con más optimismo. Fuentes de su equipo de Hacienda creen que las proyecciones "son mucho más acertadas ahora", si bien podrían poner en riesgo "un par de décimas del límite de déficit".
Ese límite está situado este año en el 3,1%, mucho más exigente que el 4,6% que permitió Bruselas en 2016. Por eso, y pese a que el escenario de ingresos es más cauto que en ejercicios precedentes, la oposición contempla con recelo cualquier desvío, más aún cuando Montoro ha negado que se vayan a aprobar nuevas subidas de impuestos (ni siquiera en el ámbito medioambiental).
Parecido a los PGE de 2016
En el terreno de gastos e inversiones el proyecto recuerda al del año pasado. Pero no al inicial, sino al ejecutado, en un ejercicio en el que se ordenó el cierre presupuestario a 31 de julio y en el que se adoptaron Acuerdos de No Disponibilidad de 4.000 millones entre Administración Central y autonomías. El gasto, lejos de bajar, crece ligeramente. Las inversiones reales crecen el 47% por el reconocimiento del reconocimiento crédito de 1.800 millones para pagar programas de armamento; los gastos de personal aumentan un 1% por la revalorización salarial a funcionarios; el gasto por intereses sube un 0,5%; y el gasto no financiero de los ministerios se mantiene.
Al margen, se recogen en el proyecto los compromisos adquiridos con otras formaciones. En este sentido, destaca por volumen el compromiso con C's, que supone la inclusión de unos 4.000 millones para políticas sociales y empleo, así como la introducción de un complemento salarial de unos 400 euros mensuales para jóvenes.
Otro guiño es para Canarias, que recibirá un 2,5% más. Es la única comunidad autónoma que aumenta su dotación en 2017, y acoge a los diputados de Coalición Canaria y Nueva Canarias, decisivos para sacar adelante las Cuentas. Las negociaciones siguen con los cinco diputados del PNV. Ambas partes esperan resolver "en breve" un acuerdo con el Cupo vasco.