
Una de las mayores excusas para justificar la brecha salarial entre hombre y mujeres es que las medias publicadas por los medios de comunicación no comparan los sueldos por desempeñar el mismo puesto de trabajo. Pero la estadística demuestra que existe una prima en la remuneración por el mero hecho de ser hombre. La sanidad y hostelería son los sectores con las diferencias más elevadas, hasta del 27%. La brecha se reduce con fuerza en educación y en el sector de las tecnologías de la información.
La estadística oficial desmonta los argumentos para defender que la brecha salarial entre hombres y mujeres se debe a que trabajan en distintas profesiones y en puestos de distinta responsabilidad. A partir de la estructura de salario del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2014, se puede observar la diferencia por sectores laborales. Para ir más al detalle se puede obviar la media en cada profesión, que al final queda distorsionada por los sueldos más altos que normalmente tiene los cargos de más responsabilidad y que están ocupados por hombres, y recurrir a la mediana, es decir, entre todos los salarios de un sector el sueldo que divide justo a la mitad la muestra.
Esta medida es útil porque elimina la distorsión que se puede producir por los salarios más altos y por los más bajos, que se pueden dar en el empleo parcial más ocupado por mujeres. En todos los grupos y subgrupos principales analizados existe una prima en la remuneración a los hombres.
Las diferencias más sangrantes se producen en la sanidad. El salario mediano anual de un trabajador asciende a 40.249 euros, mientras en el de una trabajadora es de 31.675 euros. Una diferencia del 27,1% en uno de los sectores mejor remunerados.
Pero las distancias en las nóminas no se explican por tratarse de empleos en los que se requiere alta cualificación, como en la sanidad, también se produce en sectores como la hostelería donde se sitúa en el 26,9%. Los camareros cobran de mediana 15.022 euros anuales, mientras el de las camareras se sitúa en 11.840 euros.
En las profesiones donde menor diferencia hay es en la de profesor de infantil, primaria y ESO que se sitúa en el 6%. Y baja aún más en el sector de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) hasta el 2,3%.