
Para las madres alemanas, el trabajo a tiempo completo se están convirtiendo en algo del pasado. Ese es el resultado que revela un estudio publicado por Feminist Economics que toma en cuenta la historia reciente del mercado laboral del país y revela determinadas diferencias entre las políticas familiares del antiguo este comunista y la Alemania Occidental.
En la Alemania Oriental, la historia muestra que las madres que trabajaban a tiempo completo han ido cambiando su vida para adaptarse a las prácticas predominantes en el oeste o Alemania Occidental. Cada vez son más las mujeres en cualquiera de las dos zonas que permanecen en empleos a tiempo parcial después de dar a luz, según el reciente informe publicado en Feminist Economics por Nadiya Kelle, Julia Simonson y Laura Romeu Gordo.
La reunificación del país en 1990 abrió un periodo de convergencia, durante el cual la antigua Alemania Oriental adoptó todas las políticas del Oeste; tanto en cuestiones fiscales, como de transferencias o de asuntos relacionados con la legislación laboral. Parece que hasta la brecha cultural entre ambas regiones se está cerrando poco a poco, o más bien está siendo fagocitada por la parte occidental.
Para las mujeres de Alemania Occidental la flexibilidad de los trabajos a tiempo parcial era lo que les permitía trabajar. Pero en Alemania Oriental, el auge del empleo a tiempo parcial está alterando un modelo de años. Este cambio ha sustituido una cultura de fuerte inclusión femenina en la fuerza laboral, que el antiguo gobierno socialista consideraba fundamental para la liberación o emancipación de la mujer.
Unos empleos de escasa calidad
El problema de los empleos a tiempo parcial, explican las autoras, es que a menudo se concentran en sectores mal pagados que solo ofrecen débiles contribuciones a las pensiones, bajos aumentos salariales y escasas perspectivas de formación para progresar en sus carreras.
A pesar de que las guarderías son cada vez más asequibles y flexibles para las madres trabajadoras, a menudo estos centros siguen sin cubrir el tiempo que necesita una persona que tiene un trabajo a tiempo completo. Muchas guarderías y escuelas infantiles cierran a primera hora de la tarde.
"Este modelo de uno y medio (el hombre trabaja a tiempo completo y la mujer a tiempo parcial) ha venido para quedarse, y se está fortaleciendo", explica Romeu Gordo durante una entrevista telefónica con Bloomberg.
Equilibrar la división de horas de trabajo dentro de cada casa "sería bueno para los hombres y para las mujeres; también sería bueno para la economía". Alemania tiene en la actualidad el número más bajo de familias en las que los dos padres trabajan a tiempo completo de Europa, sólo por detrás de Holanda. Alrededor del 80% de los trabajos a tiempo parcial de Alemania los ejercen mujeres, según la Agencia Federal de Empleo.
Al final, el empleo a tiempo parcial para las madres no sirve de trampolín para recuperar un trabajo a tiempo completo, más bien todo lo contrario. Por eso, los autores de este estudio creen que urge mejorar las condiciones del empleo a tiempo parcial y mejorar la transición desde este hacia la jornada completa.
Romeu Gordo explica que la administración pública debería ofrecer incentivos para que la madre y el padre reduzcan de forma proporcional sus horas de trabajo para cuidar a los niños. Gordo cree que Suecia puede ser un buen ejemplo a seguir. En este país el porcentaje de mujeres que ocupadas que tienen un trabajo a tiempo parcial se ha reducido en los últimos años, mientras que la tendencia común en Europa es la contraria.
Por ejemplo, en Países Bajos más del 76% de las mujeres empleadas tienen un trabajo a tiempo parcial. En Suiza este porcentaje supera también el 60%, mientras que en países como Bélgica ha seguido una tendencia ascendente que ya alcanza el 40%. Por su parte, en España también se encuentra en auge este tipo de empleo dentro del sector femenino, pero aún se encuentra en el 24,3% del empleo total, muy lejos del 35,4% que presenta de media la Eurozona.