
El incremento de partidos ultra-nacionalistas y anti-sistema en Europa, el aumento del proteccionismo, la caída del precio de las materias primas, los cambios de gobierno en diferentes países, el terrorismo y la incertidumbre sobre las economías emergentes son los principales riesgos políticos que ha identificado Marsh en su tradicional Mapa de Riesgo Político para 2017.
Marsh ha evaluado cerca de 200 países, reflejando cuáles serán a corto y a largo plazo las amenazas a la estabilidad para ayudar a las compañías a tomar decisiones. Para su realización, la compañía estadounidense se basa en los datos extraídos de BMI Research y puntúa de 0 a 100 a cada estado. A menor puntuación, mayor es el riesgo político de ese país.
España ha sido valorada este año con un 68.80 y los principales riesgos detectados son un gobierno posiblemente inestable por falta de mayorías, la irrupción de partidos populistas, el riesgo separatista de Cataluña y los riesgos post Brexit.
En un nivel muy parecido se evalúa a Portugal que con una puntuación de 68.50 fija sus principales retos en el desempleo, el gobierno en minoría; el riesgo de que la ideología económica populista gane terreno frente a la realidad del país y las peticiones de Europa. Además, Marsh considera que si prosigue aumentando el déficit, los inversores dudarán de su capacidad para pagar la deuda, por lo que puede sufrir un incremento de los intereses que deberá afrontar.
Francia, por su parte, mantiene una valoración mejor que la española con 72.30 y entre los riesgos que se vislumbran aparecen los partidos pro reducción de inversión pública, el desempleo juvenil que ya provocó revueltas, los ataques terroristas y el auge del nacionalismo en las próximas elecciones de mayo.
La puntuación de Italia se sitúa por debajo de estas tres anteriores, con un 66.50, y en los riesgos destacan la influencia de los partidos euroescépticos y antisistema aunque sin visos de lograr poder o sacar al país de la eurozona; la recapitalización de la banca, la reforma de la ley electoral, y la competitividad. El país con mayor riesgo sigue siendo Grecia, con 54,60 ya que las medidas que tendrá que adoptar Syriza para cumplir con las condiciones del rescate le van a restar apoyo popular y eso abre la puerta a constantes procesos electorales en el país.
El riesgo político parece seguir tendencias geográficas en los mercados emergentes, especialmente en el Norte de África y Oriente Medio, donde la inestabilidad socioeconómica y los conflictos y guerras civiles continúan afectando a países como Siria, Sudán, Sudán del Sur, República Centroafricana y Yemen.
Santiago Herrero especialista en Riesgo Político y de Crédito de Marsh, explica que "En este complicado entorno operacional en el que nos encontramos, las empresas necesitan identificar y evaluar los eventos de riesgo político que podrían afectar a su negocio y adaptar sus estrategias hasta que reflejen el posible impacto de tales amenazas".
"Las tendencias geográficas que hemos observado implican que ya no vale enfocarse únicamente en los aspectos locales de cada país, sino que las organizaciones tienen que observar con atención la evolución del riesgo político a nivel macroeconómico a lo largo de 2017", advierte. "Es la única manera de que las compañías puedan adaptarse rápidamente al cambiante panorama del riesgo político y capitalizar las oportunidades que surjan".
Reino Unido y el riesgo del Brexit
El Reino Unido recibe en la puntuación que elabora Marsh un 76,40 pese a que se espera que este marzo la primera ministra, Theresa May, comience a aplicar el artículo 50 que abre el periodo de negociaciones de dos años con la UE. La consultora considera que esta situación mantendrá elevado el riesgo político del país, que pese a todo se sitúa por encima de los países del sur de Europa y muy cercano a la puntuación de Alemania con 77,40 o de EEUU con 77,30 puntos.