
El aceite Juventud, elaborado en la almazara de Finca La Oliveta de Malagón (Ciudad Real) se alzó en su temporada anterior como el más saludable del mundo en un concurso internacional que pone el foco en su contenido en oleocanthal.
Se trata de un compuesto que se encuentra en algunos aceites, en concreto, en los virgen extra elaborados con variedades de aceitunas que aportan notas picantes en su sabor. Su importancia es mayúscula, y fue descubierta por casualidad por el biólogo Gary Beauchamp, hasta convertirse en uno de los principales factores a la hora de valorar la calidad de un aceite y sus beneficios para la salud. Su acción es la de un antiinflamatorio natural, y funciona como protector ante diversas patologías.
El oleocanthal es capaz de evitar la proliferación de células tumorales en el cáncer de colon, mama, próstata, epidérmicos y el mieloma, un tipo de cáncer de la sangre. Además, su consumo a largo plazo previene las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas como el alzheimer. Diversos estudios han probado que esta sustancia inhibe la formación de la lesión más característica de la dolencia neuronal.
La Sociedad Internacional de Oleocanthal premió en 2016 este aceite de oliva virgen extra manchego por sus altos valores en el compuesto, que ha logrado superar en la elaboración de la cosecha de este año.
Según han hecho público los responsables de la almazara aportando los análisis, el aceite Juventud de esta cosecha ha superado los registros de oleocanthal en 10 miligramos por kilo, de los 164 mg/kg del año anterior a los 175 mg/kg de este año.

El ibuprofeno de las olivas
El oleocanthal fue descubierto cuando, en un congreso sobre nutrición molecular en Sicilia, el doctor Beauchamp probó por primera vez el aceite de oliva virgen extra, y su picor final le recordó al ibuprofeno, con el que entonces estaba trabajando. El biológo decidió aislar esa parte del aceite y descubrió que poseía propiedades antiiflamatorias naturales similares a las del ibuprofeno pero sin sus efectos adversos.