El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la economía mundial ha comenzado un periodo de mayor crecimiento tras haber experimentado el año pasado su momento más débil desde la crisis financiera. Un avance propiciado principalmente por las previsiones de un mayor estímulo fiscal en Estados Unidos que, sin embargo, también llega acompañado de una mayor incertidumbre política, no sólo propiciada por la nueva administración de Donald Trump, que tomará posesión oficial de su cargo el próximo viernes, sino también por otros factores, como el Brexit.
En ambos casos existe el peligro de fomentar la toma de "medidas proteccionistas" que, en lo que se refiere al divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea, supondrá "una interrupción de las actividades comerciales" y un "freno del flujo laboral a la economía inglesa" mientras que, para el nuevo gobierno americano, puede implicar la imposición de tarifas a los productos procedentes de China, México y otros países. "Una guerra comercial tendría resultados destructivos" avisó el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld durante su comparecencia ante la prensa.
Algunos de los economistas allí presentes insinuaron que los expertos de la institución estaban siendo bastante benevolentes con el próximo inquilino de la Casa Blanca.
"Esta situación implica importantes riesgos a la baja pero esperamos que muchos países se den cuenta de esto", dijo Obstfeld quién determinó que "una mayor expansión fiscal y un aumento de las inversiones" fueron los aspectos que llevaron a su equipo a mejorar las perspectivas para Estados Unidos.
Aún así, al hacer referencia a las propuestas comerciales realizadas por el republicano Donald Trump durante la campaña, que incluyen la imposición de tarifas del 45% y 35%, respectivamente, a China y Mexico, el funcionario del Fondo incidió en que "en estos momentos no existe un punto de vista común en el Gobierno estadounidense sobre estas medidas" y matizó que algunas de las políticas pueden implicar "represalias por parte de otros países". Además, también ha reconocido que a día de hoy no existen "muchos estudios empíricos" sobre las consecuencias macroeconómicas de estas políticas comerciales.
De momento, no hay más remedio que esperar. El Fondo Monetario Internacional mantuvo sus previsiones de crecimiento mundial en el 3,4% para este año y en el 3,6% en 2018, mejorando eso sí las de EEUU, China y Japón, entre otras y recortando las de países como Turquía, India o México. El FMI mejora la previsión de crecimiento de España al 2,3% en 2017 y al 2,1% en 2018.
Incertidumbre
El informe sobre la Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) avisó de todos modos que "existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales".
Una situación que Obstfeld resumió afirmando que en estos momentos el rango "es más amplio de lo habitual de riesgos al alza y a la baja para estas previsiones".
En general, el resumen de los posibles traspiés que puede sufrir la economía global en los próximos meses no sólo incluyen "un posible vuelco hacia plataformas de políticas aislacionistas y el proteccionismo", sino también "un deterioro de las condiciones financieras mundiales más pronunciado de lo esperado, que podría interactuar con las debilidades en partes de la zona del euro y en algunos mercados emergentes, un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, y una desaceleración más grave en China", aclararon desde el Fondo.