
El Ministerio de Hacienda ha comunicado a Bruselas que España finalizará el año 2016 cumpliendo la meta del 4,6 por ciento de déficit por la mínima, ya que el desvío se encaramará hasta el 4,58 por ciento, apenas 200 millones por debajo de la meta. En esta ocasión, la culpable de los apuros será la Administración Central, que sustituye a la órbita autonómica como la más problemática. Y es que el Estado rebasará el tope que se había fijado nada menos que en 8.000 millones (el déficit comprometido era del 1,8 por ciento y a final de año será del 2,6 por ciento).
La cifra podría haber sido muy superior si el Ejecutivo, en funciones, no hubiese aprobado el cierre presupuestario de finales de julio, el Acuerdo de No Disponibilidad por valor de 2.000 millones y el restablecimiento de tipos en los pagos a cuenta de Sociedades.
Fuentes parlamentarias explicaron a elEconomista que el desvío se ha producido fundamentalmente por un problema de ingresos, no solo en Sociedades, sino también en IRPF y por efecto de la última rebaja fiscal.
El Estado, además, ha tenido que desembolsar este año 7.432 millones para las comunidades autónomas que, asfixiadas, incumplieron su tope de déficit el año pasado por más de 10.000 millones Ese desembolso, de hecho, es el que ha mejorado la situación de las autonomías, que este año podrían cumplir el déficit por primera vez desde la crisis. El Ejecutivo, en escrito a Bruselas, augura que su desfase será del 0,69 por ciento frente al 0,7 por ciento comprometido, todo un hito. En ello también ha tenido que ver una liquidación muy favorable a las regiones del ejercicio 2014.
La Seguridad Social, dependiente también de la Administración Central, acumulará un déficit cercano a los 19.000 millones, el 1,68 por ciento del PIB, muy por encima del 1,1 por ciento que Hacienda fijó como meta. De este enorme boquete en el sistema encargado de cubrir las pensiones venía advirtiendo la Autoridad Fiscal AIReF desde principios de año.
La mala cifra de Estado y Seguridad Social será compensada, en parte, por los municipios. Por sexto año consecutivo registrarán superávit, ahora del 0,39 por ciento.
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Que Hacienda reconozca que el Estado excederá el límite de déficit a final de año resulta novedoso. En 2015 el mensaje oficial del Ministerio que comanda Cristóbal Montoro fue el de que las cifras pactadas con Bruselas se cumplirían, y fue en marzo de este año cuando debió admitir que el desvío final, del 5,1 por ciento, se situaba muy por encima del 4,2 por ciento comprometido.
Aquel enorme desfase provocó que finalmente Bruselas abriera la mano y permitiera un déficit del 4,6 por ciento este año (inicialmente era del 2,8 por ciento).