Economía

Rescate bancario y reforma laboral: dos razones por las que España 'gana' a Italia

  • España emprendió las reformas necesarias mucho antes que Italia
  • Ahora la banca italiana se enfrenta a los problemas que España resolvió
Foto de Getty.

Puede que Matteo Renzi y Mariano Rajoy no tengan claro su futuro político como líderes de gobierno, pero la puntuación de sus respectivas economías es más fácil de analizar que el futuro político de ambos líderes. El INE confirmó que el PIB creció un 3,2% en 2015, mientras que en Italia se espera que el crecimiento sea del 0% durante todo el año 2016.

Italia y España, tercera y cuarta economías de la Eurozona en tamaño respectivamente, han seguido caminos distintos para salir de la profunda recesión en la que cayeron con la crisis financiera. Un saneamiento temprano de los bancos tras el estallido de una burbuja inmobiliaria, junto con reformas cuyo objetivo era aumentar la competitividad, han dado a España ventaja sobre Italia. En esta última, los viejos problemas están frenando un crecimiento que ya de por sí está en niveles históricamente bajos.

"Creemos que España podría estar saliendo de la 'periferia', ha dejado atrás la mayor parte de los problemas del sector bancario y el crecimiento subyacente es robusto", dijo Mark Dowding, socio de BlueBay Asset Management en Londres, firma que gestiona activos por 55.000 millones de dólares y tiene posiciones tanto en bonos italianos como españoles. Por su parte, Italia sigue "estancada con niveles altos de deuda, un crecimiento débil y preocupaciones continuas por su sector bancario", señaló.

Unas reformas que llegan tarde

Los préstamos con riesgo de mora se acumulan en los balances de los bancos italianos, poniendo en peligro su estabilidad financiera y frenando la recuperación económica. Desde que asumió el poder en 2014, Matteo Renzi ha implementado reformas para modernizar el país (como la liberalización parcial del mercado laboral o la simplificación de una burocracia enrevesada) pero sus esfuerzos no han sido suficientes para dar un giro a la economía.

Ahora su futuro como primer ministro de Italia está juego con el referéndum en juego sobre una reforma constitucional que tendrá lugar en diciembre, el cual representará a la vez un voto de confianza a su liderazgo.

Por otro lado, el Gobierno de Rajoy se está beneficiando de una serie de medidas adoptadas a principios de la crisis, entre ellas la polémica reforma del mercado laboral de 2012 que facilita el despido de trabajadores por parte de las empresas.

De gran importancia fueron las medidas que dictó el país para socorrer al sector bancario, utilizando un rescate de 41.000 millones de euros para recapitalizar a los bancos en dificultades. En consecuencia, los préstamos en mora han disminuido. La confianza en la recuperación, inicialmente impulsada por un incremento de las exportaciones, ha fortalecido el crecimiento del PIB, las inversiones y gasto de los consumidores.

Además, España ha logrado corregir sus desequilibrios externos, al menos por el momento, en un tiempo récord. Las devaluaciones internas suelen llevar mucho tiempo hasta que se corrigen los problemas de competitividad, pero en España se consiguió el equilibrio de la balanza por cuenta corriente de forma relativamente rápida. 

Ahora que ese flujo (saldo por cuenta corriente) está corregido, quedan años de esfuerzos hasta que el stock (la Posición de Inversión Internacional Neta) se ajuste, es decir, hasta que la deuda externa neta de España alcance un nivel más sostenible que el actual. España tiene una deuda externa neta cercana al 90% del PIB. 

No obstante, España aún tiene ante sí algunos desafíos. La tasa de desempleo es la segunda más alta de la Unión Europea, el déficit y la deuda son demasiado altos según los estándares de la Unión Europea, y unas terceras elecciones en menos de un año se ciernen sobre el país a menos que Rajoy consiga formar gobierno para finales de octubre.

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