
Simplificación administrativa y fiscal. Es lo que necesita el tejido productivo español para que las empresas sean más grandes, competitivas y longevas. "Llevamos muchos años oyendo hablar de simplificación administrativa, pero mientras no abordemos este asunto de verdad, la burocracia seguirá siendo un lastre para que las empresas puedan crecer más", aseguró hoy en A Coruña el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Ignacio Osborne, en consonancia con los resultados de un informe elaborado por el Instituto, que verá la luz en los próximos meses, según el cual las trabas burocráticas en España se sitúan en niveles récord a escala europea. Así lo indicó el director general del IEF, Juan Corona, en la segunda jornada del XIX Congreso Nacional de la Empresa Familiar, y que ha reunido a más de 500 empresarios. El problema de las empresas en España: el 95% no supera los 10 empleados.
Osborne ha destacado el vigoroso crecimiento español, superior al de nuestros socios europeos pese a la vigente indefinición política, y derivado de haberse abordado "las reformas que necesitaba España". No obstante, y en el marco de la vocación de permanencia de la empresa familiar -el 90% de las firmas del tejido español, responsables del 70% del empleo- el presidente del IEF demanda estabilidad para seguir trabajando en el establecimiento de un marco económico, financiero, fiscal e institucional que ayude a potenciar la competitividad empresarial vía mejora de la confianza y la inversión.
De hecho, esa confianza del empresariado familiar se mantiene "a pesar del complejo momento político". Según la encuesta anual realizada entre los empresarios asistentes al Congreso, ocho de cada diez firmas prevé ampliar su inversión en España en los próximos tres años.
Bajo el lema Crecimiento con Raíces, la convocatoria anual ha marcado la ganancia de tamaño como objetivo clave para resistir los vaivenes de la coyuntura, internacionalizarse y elevar la esperanza de vida empresarial. En tal sentido, las conclusiones de las jornadas coruñesas son que hay que elevar la calidad del capital humano a través de la mejora educativa, que es preciso un sistema fiscal más simple y moderado, mejorar la Administración Pública, flexibilizar aún más el mercado de trabajo y fomentar la investigación, desarrollo e innovación, un aspecto en el que España sigue rezagada tanto a escala estatal como privada.
Osborne remarcó el elevado desempleo español. "No es razonable asumir tasas de paro que duplican a las europeas como si fuera algo normal" o una mortalidad empresarial superior a la de nuestros socios comunitarios. El estudio La Dimensión Empresarial como Factor de Competitividad que elabora el IEF, cuyo avance fue presentado hoy, destaca el exiguo tamaño de las compañías españolas como handicap para sobrevivir, salir al exterior y rebajar la tasa de desempleo estructural español.
El informe desvela que el 95,7% de las empresas españolas no supera los 10 empleados y que el tamaño medio de plantilla está muy por debajo de la media europea, lo que eleva la vulnerabilidad de las compañías españolas.
El IEF agrupa a un centenar de empresas familiares líderes en sus sectores que totalizan 1,25 millones de empleos. La organización celebrará el año que viene su XXV aniversario en el marco del XX Congreso Nacional que se celebrará en Toledo del 8 al 10 de octubre.
El 89% de las empresas españolas son familiares y responsables del 57% del valor añadido bruto y de cerca del 70% del empleo privado. De hecho, estas compañías proporcionan más de 6,5 millones de puestos de trabajo, el doble que el resto.