
Año tras año, España supera sus cifras turísticas. La coyuntura ayuda y los problemas de muchos países mediterráneos empujan las visitas a España, que se han incrementado un 16% en la última década. Este año nadie descarta que se llegue a los 70 millones de turistas extranjeros y en algunas zonas de España los habitantes se quejan más del exceso de visitantes que de su ausencia. Pero en medio de todos estos récords hay una cifra que no consigue despegar: la del gasto medio por turista.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, cada visitante extranjero que pasa unos días en España se deja 1.038 euros de media. La cifra es ligeramente inferior a la del año pasado y, sobre todo, es muy similar a la de los años 2012, 2013 y 2014. Incluso es la misma que en el año 2010, es decir, el gasto medio por turista lleva siete años prácticamente estancado.
Bien es cierto que ha sido una época de escasa inflación (incluso negativa en buena parte del periodo), pero los precios han crecido un 8% desde 2010 y los turistas extranjeros siguen gastando exactamente lo mismo. Esto supone que, pese a que es uno de los objetivos año tras año del Ministerio de Industria, no se ha conseguido atraer turistas de mayor poder adquisitivo o, al menos, no se ha conseguido que se rasquen más el bolsillo.
¿Cuáles son los motivos?
En primer lugar, porque las estancias no se alargan. Según el INE, el pasado año, cada extranjero que visitó España se quedó una media de 4,33 días, lo que supone menos tiempo que en años anteriores, cuando se llegaron a rozar los 4,5 días.
Uno de los motivos del escaso tiempo que permanecen en España es el crecimiento de los cruceros. El turismo de cruceros, que ha crecido un 67% en los últimos diez años, se basa en escalas cortas, un día habitualmente, en diversos puertos que, además, no siempre están ubicados en el mismo país. Es decir, los cruceristas elevan el número de visitantes, pero no empujan el gasto en demasía.
En segundo lugar, cada turista gasta menos en España que en otros países de nuestro alrededor. No sólo es más bajo el gasto total, sino también el diario. Según un estudio de E&Y, el gasto medio diario de un turista extranjero en España es de poco más de 38 euros, frente a los 61 de Francia, 65 de Italia o 69 del Reino Unido. La existencia de muchos alojamientos de escasa categoría, así como la proliferación de pisos turísticos, entre otros motivos, estarían detrás de este menor gasto.
Además, a pesar de las campañas de promoción, los turistas que nos visitan no suelen ser de alto poder adquisitivo. Prueba de ello es que casi el 50%, en algunos meses incluso por encima de este nivel, de los que vienen en avión lo hacen en aerolíneas de bajo coste. En ciudades como Barcelona, casi dos tercios de los que llegan lo hacen en una compañía low cost.