Economía

El camino de los países 'comunistas' tras 27 años de la caída del Telón de Acero

  • No todos los países consiguieron emprender reformas democráticas
  • Polonia, República Checa, Eslovenia y Hungría, grandes vencedores
  • Ucrania, Moldavia y Tayikistán no han logrado prosperar desde entonces
Soldados rumanos arrancan el escudo comunista de la bandera en la Plaza de la Revolución, Bucarest (1989). Getty

El 19 de agosto hará 27 años del comienzo del principio del fin del Telón de Acero. Ese día se celebró el conocido como Picnic Paneuropeo que tuvo lugar en la frontera entre Austria y Hungría y supuso el principio del fin del comunismo en Europa. Después de más de un cuarto de siglo, los países que abandonaron esa doctrina económica, política y social han cambiado mucho, aunque con diferentes matices.

Aunque el camino no ha sido sencillo. Es cierto la práctica totalidad de estos países disfruta ahora una renta per cápita en paridad de poder adquisitivo muy superior a la de 1990, pero algunos de ellos han crecido a niveles inferiores a la media global, lo que no se puede considerar como un éxito.

Tampoco se puede decir que todos hayan logrado un elevado nivel democrático, es más, varios países asiáticos poscomunistas son hoy dictaduras en las que no se respetan los derechos humanos. Por el lado positivo se puede hablar de varias naciones que han alcanzado niveles democráticos muy elevados e incluso se han convertido en economías desarrolladas. Aunque la democracia no haya sido una prioridad en la transición de esas naciones, el cambio de modelo económico si parece haber echado raíces en todos ellos, aunque también con grandes matices.

Un comienzo complicado

Como muestra el documento The Divergent Postcommunist Paths to Democracy and Economic, los primeros años para los países que dejaron el comunismo fueron complejos. Desorganización, reasignación a marchas forzadas de los factores productivos y una inflación desbocada: "Cada país experimentó varios años de caos y destrucción económica", explican Simeon Djankov y Owen Hauck , economistas del Peterson Institute.

A pesar del gran susto inicial producto de un cambio radical del sistema económico, a partir del año 95 casi todos los países iniciaron diferentes caminos hacia la prosperaridad en términos económicos, aunque con marcadas diferencias que quedan patentes por los resultados. Por ejemplo, Serbia, Montenegro, Albania, Bosnia, Kosovo y Macedonia, cuyos ingresos per cápia en paridad de poder adquisitivo (PPA) han pasado de media desde 6.185 dólares hasta los 11.310 dólares.

Por otro lado están las repúblicas ex-soviéticas, cuyo crecimiento ha sido muy desigual producto de la riqueza que han generado algunos países a costa de su riqueza energética (gas y petróleo). De media, la renta per cápita PPA de estos países paso de 7.045 hasta 11.160 dólares. Los países que forman este grupo son Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. 

El éxito del este de Europa

El grupo de países que mayor éxito económico ha cosechado tras su etapa comunista han sido los del grupo denominado Europa del este: Bulgaria, República Checa, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovenia. El PIB per cápita PPA de estas naciones se ha disparado de los 10.650 hasta los 23.750

El documento señala que "sobre todo, los países del este de Europa y las naciones ricas en petróleo del centro de Asia y de la antigua Unión Soviética han crecido mucho más rápido que la media mundial en el último cuarto de siglo... no obstante, otras repúblicas exsoviéticas y países de la antigua Yugoslavia han presentado un crecimiento inferior a la media presentada por el resto del mundo".

Ucrania, Moldavia o Tayikistán presentan hoy una renta per cápita PPA muy similar a la de 1989. En el lado opuesto se encuentran naciones como Polonia, Eslovaquia o la República Checa que han multiplicado casi por cuatro sus ingresos por habitante. En lo que se refiere a los niveles de democracia, "Lituania o Eslovenia presentan hoy unos niveles de desarrollo democrático idénticos a países como Alemania y Suecia.... Mientras que Turkmenistán y Azerbaiyán son los más autocráticos, al nivel de Irán". 

El informe destaca que todos los países poscomuinistas han alcanzado un estándar de vida superior, pero vuelven a ser los del este de Europa los que ha logrado mayores éxitos. La esperanza de vida se ha incrementado 5 años de media en las naciones del este, por 4 años en las balcánicas y por los 3 años de las repúblicas ex-soviéticas. Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia presentan las mayores mejoras en sanidad y unas tasas de mortalidad infantil similares de las de los países más desarrollados de Europa. 

En 1993 había un turismo por cada 10 personas, mientras que hoy esta estadística es de un turismo para cada tres. En Polonia, Lituania y Eslovenia este dato es superior al de países como Reino Unido y Francia.

Como conclusión, los expertos sentencian que "en la mayor parte de los países poscomunistas la vida ha mejorado, en algunos de forma muy marcada. Los ciudadanos disfrutan de un nivel de vida muy superior, mayor libertad para moverse, mayor protección de la propiedad privada, autonomía individual y dignidad personal. Casi todos los países han reducido el gap de ingresos respecto a los países desarrollados". 

También hay que destacar que "el progreso económico ha sido mayor y más exitoso que los esfuerzos políticos. Los encargados de reformar estos países sabían más o menos qué había que hacer con la economía, pero pocos políticos sabían cómo construir una democracia. Como resultado, media docena (de 29 países) de países poscomunistas son hoy dictaduras. Mientras que Moldavia y Ucrania han iniciado recientemente su camino democrático".

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