Economía

Rajoy rebate con cifras el ataque de los aspirantes a su política económica

  • Rajoy insiste en mantener sus políticas para crear dos millones de empleos
Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, en el debate a cuatro celebrado ayer por los candidatos. Foto: Reuters.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, rebatió ayer con cifras propias y de la Comisión Europea el previsto ataque de la troika de aspirantes a su política económica. Ataques de los aspirantes que se centraron, fundamentalmente, la reforma laboral, que el tándem Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se comprometieron a derogar, mientras que Albert Rivera, desde Ciudadanos, se limitó a decir que "hay que reformar" para conseguir un contrato estable y modernizar el sistema de autónomos. ¿Será imposible formar gobierno tras las elecciones?

Frente a las críticas de sus oponentes, Rajoy recordó, con datos de Eurostat, que la tasa de pobreza en España bajó del 7,4% en 2014 al 6,4% en 2015, en ambos casos por debajo de la media de la OCDE, que el 75% de las personas que trabajan en España tienen contrato fijo y que la flexibilidad laboral ha traído más inversiones a España.

Con estos argumentos, el candidato del Partido Popular insistió en la necesidad de perseverar en la actual política económica y en las reformas para conseguir el objetivo de "crear dos millones de empleos en los próximos cuatro años", y advirtió a sus oponentes que "si derogamos todo vamos al disparate y volveremos a la situación calamitosa de 2011".

"Cuando yo llegué al Gobierno, España estaba amenazada de quiebra, ahora ya no lo está; estaba amenazada de rescate, ahora no lo está", les recordó antes de apostillar que si el país hubiese sido rescatado ahora "estaríamos como Grecia, que, por cierto, esa es la propuesta de algunos de los presentes". Una alusión directa a Iglesias, a quien reprochó que Podemos quiere implantar en España la misma política de recortes sociales que ha realizado Syriza en Grecia.

Rajoy concluyó la primera parte del debate recordando al resto de los candidatos que "cuando se viene a un debate conviene traerse los temas estudiados. Aquí no se viene a hacer prácticas, al Gobierno se viene ya aprendido".

Desde Podemos, Iglesias, acusó a Rajoy de haber suspendido el "examen" en políticas económicas y le apuntó que cuando las cosas no funcionan, como la reforma laboral, hay que cambiarlas.

El catálogo de Ikea

El candidato de la formación morada recurrió a los datos del propio Gobierno para resaltar la bajada de afiliados a la seguridad social y de la población activa, así como el récord en paro juvenil. "Hay menos personas trabajando y menos que buscan trabajo y eso pone en riesgo el sistema de pensiones", resaltó Iglesias, quien propuso apostar por el consumo interno, elevar el salario mínimo interprofesional, asegurar una renta mínima y aprobar la dación en pago retroactiva para las personas que corren el riesgo de perder su vivienda. "Las cifras, señor Rajoy, hay que hacerlas con los ciudadanos dentro", apostilló el líder de Podemos.

Iglesias tuvo también palabras críticas contra Albert Rivera, a quien acusó de "escudero" de Rajoy, visiblemente molesto por las continuas alusiones del líder de Ciudadanos a la situación crítica y de recortes del Estado de Bienestar de Grecia. "No se vista de socialdemócrata para aplicar políticas que nos llevarán a Grecia", le espetó Rivera, quien le pidió también que  "no esconda en un catálogo de Ikea la subida del IRPF que plantea, quitando la cartera a los autónomos".

Mas contundente aún fue el presidente de Ciudadanos al responder a la alusión de Iglesias de que "en Unidos Podemos no tenemos deuda". Afirmación que Rivera rebatió, dejándole en fuera de juego al indicarle que "ustedes tienen 11 millones de deuda, además de los 7 millones que les ha dado Venezuela", a través de la Fundación CEPS . Algo que desconcertó al aspirante de la coalición de izquierdas, quien tuvo que admitir que, efectivamente, esa era la deuda que arrastran sus socios de Izquierda Unida.

Rivera, que se mostró más tranquilo y firme que en el debate a cuatro de diciembre, tuvo también palabras duras hacia Rajoy, indicándole que "no es momento de vender humo, usted trae propuestas que no hizo con mayoría absoluta", para concluir que "la mejor política fiscal para España es perseguir a los que no cumplen y premiar a los que sí lo hacen".

No habrá más elecciones

Mas gris, Pedro Sánchez, que sorprendentemente no hizo alusión alguna a Podemos, criticó la rebaja fiscal del Gobierno y propuso en materia laboral recuperar la causalidad de los contratos temporales, y la prestación a los parados mayores de 52 años sin subsidio. Sánchez, en su línea de hace seis meses, advirtió que si Rajoy sigue en el Gobierno "previsiblemente habrá más recortes, más subidas de impuestos y más casos de corrupción, semana tras semana".

Restó también credibilidad a la propuesta de Rajoy de que bajará los impuestos en la próxima legislatura, tras asegurar que detrás de esta medida "hay una gran mentira o un gran recorte o las dos cosas a la vez", además de señalar que se ha bajado la recaudación. Una alusión ésta a la que el jefe del Ejecutivo respondió también con datos, aludiendo a que "la recaudación por impuestos ha crecido en 12.000 millones, pese a la rebaja fiscal".

En lo que si coincidieron los cuatro candidatos es en comprometerse en que no habrá una tercera repetición de elecciones, aunque por motivos y con razones diferentes.

"Si de Ciudadanos depende, habrá gobierno y habrá cambios", dijo Rivera, mientras que Sánchez apelaba a la movilización de los socialistas, indicando que "si los votantes socialistas van a las urnas el día 26 se formará un Gobierno progresista presidido por el PSOE". Una propuesta similar a la de Iglesias, quien espera que "se haga realidad un Gobierno progresista de Unidos Podemos con el PSOE". Por su parte, Rajoy fue muy claro al apuntar que "si los que estamos aquí nos comprometemos a dejar gobernar a la lista más votada, no habrá más elecciones".

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