
El Tesoro Público ha emitido hoy un bono sindicado a 50 años, un tipo de papel que solo se ha vendido una vez en España, y ha colocado 3.000 millones de euros, si bien la demanda ha superado los 10.500 millones. De esta forma aprovecha la desesperación de los inversores en busca de rentabilidad con la incertidumbre política como telón de fondo.
No es la primera vez que el país emite deuda a tan largo plazo. En septiembre de 2014 cerró una emisión en la que colocó 1.000 millones, la primera de su historia.
Barclays, BNP Paribas, Caixabank, Citi, Santander y SG han recibido el mandato para la colocación, y se ha pagado solo 250 puntos básicos sobre los tipos de los mid-swaps (una referencia para emisiones de renta fija), frente a una referencia inicial de 253 puntos.
"Claramente, un instrumento a tan largo plazo es una prueba para la periferia, pero existe una sensación de confianza o no habríamos lanzado la transacción", señalaba esta mañana un banquero colocador.
El mérito del BCE
El programa de alivio cuantitativo de 80.000 millones de euros mensuales del Banco Central Europeo ha llevado a la rentabilidad de la deuda pública a mínimos históricos.
Un banquero estimó que alrededor de un 40% de los bonos soberanos europeos en vigor tienen rentabilidad negativa.
Con los fondos de pensiones y aseguradoras con problemas para cumplir sus objetivos de rentabilidad, normalmente alrededor del 1,25 ó 1,5%, la deuda a muy largo plazo se ha convertido en un instrumento cada vez más popular.
Países como Italia, Bélgica, Austria, Irlanda y España han recibido una gran demanda cuando han lanzado bonos a 30 años.
No obstante, esas operaciones cumplen los criterios del BCE para la compra de bonos -que adquiere deuda emitida de entre a dos y a 30 años. Los títulos a 50 años están fuera de su alcance. "Claramente, ese es uno de los retos para España", señala el banquero colocador.
Cada vez a mayor plazo
El anuncio de España se adelanta a Italia, que quiere captar al menos 2.000 millones de euros en una subasta a 50 años en las próximas semanas, dijeron a Reuters dos fuentes del mercado.
Algunos especulan con que Austria, tradicionalmente dispuesta a ofrecer plazos largos, podría lanzar deuda a muy largo plazo.
Pero los banqueros coinciden en que los mejores candidatos seguían siendo España e Italia, dos emisores con grandes objetivos para este año, que probablemente aporten al mercado el tipo de liquidez que demanda.
El Tesoro español ya ha colocado casi un 43% de su objetivo de emisión de deuda a medio y largo plazo para este año.