Economía

Finn E. Kydland: "La incertidumbre política en España daña la economía y perjudica la inversión"

  • El gran problema de China es la falta de competencia en el sector bancario
Finn E. Kydland, Premio Nobel de Economía 2004. Imagen de Daniel G. Mata

El noruego Finn E. Kydland obtuvo el premio Nobel de Economía en el año 2004. Por aquel entonces, la coyuntura económica mundial gozaba de buena salud. Doce años después, algunos diagnósticos apuntan a una nueva enfermedad global por la volatilidad en los mercados, la debilidad de potencias mundiales como China, la crisis de los emergentes y la caída de los precios de las materias primas, entre otros factores. También la incertidumbre política condiciona la economía, tal como explicó Kydland hace unos días, en Madrid, con motivo de su participación en el Foro de la Economía del Agua. 

¿Se avecina una gran recesión como la que estalló en 2007?

Los últimos años, en muchas partes del mundo, se han caracterizado por un grado de incertidumbre política no experimentado en décadas. No sorprende la situación presupuestaria actual en muchas naciones. Los gobiernos se centran demasiado en el corto plazo. Eso no es bueno para el largo plazo, es decir, para el crecimiento sostenible. Los factores importantes, que incluyen la actividad innovadora que conduce al crecimiento de la productividad, junto con la formación de capital, son actividades que miran mucho más al futuro y sobre las cuales uno se vuelve más cauteloso si el entorno fiscal y el regulatorio no están claros.

¿Y qué hay de la debilidad de potencias mundiales, como China?

El principal problema de China es su falta de competencia en el sector bancario o, de manera más general, en el área financiera. Los bancos estatales favorecen a las grandes empresas, mientras las compañías de nueva creación, así como las empresas de pequeño y mediano tamaño, lo tienen más difícil para obtener el crédito que les permita llevar sus ideas innovadoras a buen término. Por otro lado, gran parte de los recursos de la nación está dirigida por burócratas del Gobierno, lo que resulta en una mala asignación de los recursos severa.

¿Las medidas de estímulo de los bancos centrales son insuficientes?

El alivio cuantitativo es básicamente irrelevante para el crecimiento a largo plazo. La política fiscal actual y futura es mucho más importante que la monetaria para garantizar un crecimiento económico sostenible. Debe guiarse por un compromiso ajeno a tentaciones políticas cortoplacistas que cambien el rumbo. Incluso los países con gran credibilidad política se ven tentados, ya que los efectos de las políticas a largo plazo tardan años en verse.

¿Las pensiones y la sanidad pública serán insostenibles ante el aumento de la esperanza de vida, como sostiene Christine Lagarde?

En EEUU y en muchos otros países existe una joroba significativa en la distribución por edades de la nación, lo que refleja los conocidos como baby boomers, que han comenzado a retirarse y continuarán haciéndolo en gran medida. Sin duda, esto representará una tensión significativa para los sistemas de pensiones y para los presupuestos de los gobiernos.

Para España, las cifras de la economía noruega resultan envidiables. ¿Qué debe aprender la política económica española de la noruega?

España no descubrió petróleo. Pero vale la pena aprender una cosa sobre la política noruega. Independientemente de quién esté en el poder, el partido laborista o una coalición de partidos más hacia la derecha, la política económica resulta prácticamente inalterada. La confianza en la naturaleza a largo plazo de este entorno político lo convierte en un escenario atractivo para el desarrollo de tecnología y otras formas de inversión.

Mientras las cuentas de cierre de 2015 apuntaban a la consolidación de la recuperación, el primer trimestre del año ha mostrado una leve desaceleración de la economía española y las previsiones se revisan a la baja. ¿Qué ha fallado?

No presto atención a las variaciones trimestrales. La cuestión verdaderamente importante a largo plazo es averiguar por qué la productividad en España (así como en otros países, como Italia o Portual) básicamente se paralizó hace unos 20 o 25 años, y luego decidir qué hacer al respecto. Sin un aumento de la productividad constante es difícil, si no imposible, que una nación prospere.

Después de cuatro meses sin gobierno en nuestro país, ¿en qué medida afecta la incertidumbre política al crecimiento económico?

Me reitero en lo que implícitamente ya he mencionado. La inestabilidad política es negativa para el largo plazo, para el crecimiento sostenible. Cualquier incertidumbre es un peligro. A los inversores les gusta moverse con un horizonte de seguridad que tenga al menos tres o cuatro años. Está claro que la situación actual va a dañar la economía y va a perjudicar a la actividad de la inversión.

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