
La tercera mayor economía del mundo sigue sin levantar cabeza. El retraso en la próxima subida de tipos en EEUU ha debilitado al dólar e impulsado al yen hasta niveles no vistos en 18 meses.
Una situación aderezada por el debilitamiento en China y la débil demanda de componentes electrónicos, como aquellos que dan vida al iPhone, que provocó la sexta caída consecutiva en las exportaciones niponas el pasado mes de marzo.
Un recorte del 6,8% hasta los 6,46 billones de yenes (59.100 millones de dólares) que puso de manifiesto como la coyuntura económica global merma la competitividad del país.
"Los últimos datos siguen siendo mixtos e incluso débiles, especialmente la confianza empresarial, lo que indica riesgos a la baja para la economía", señala Masamichi Adachi, economista de JPMorgan Securities en Japón. "A la caída de las exportaciones hay que añadir la debilidad del consumo en el primer trimestre, una situación que sólo se ve equilibrada por el gasto de las compañías, tanto en inversiones como en sus empleados", añade.
Al mismo tiempo, según las cifras de aduanas difundidas el miércoles, las importaciones se desplomaron un 14,9% y terminaron en 5,7 billones de yenes (52.200 millones de dólares). El excedente comercial resultante fue de 754.000 millones de yenes (6.900 millones de dólares), el más alto desde octubre de 2010 y el triple de lo registrado hace un año, gracias a los recortes de la factura energética, entre otras razones.
Como ya ocurrió en febrero, las entregas de hierro y acero, componentes electrónicos y aparatos científicos y ópticos se redujeron fuertemente.
En el comercio con China, la caída de las exportaciones fue del 7,1%, y del 9,7% hacia Asia, donde las economías emergentes siguen experimentando una desaceleración económica. Las exportaciones con Estados Unidos cedieron un 5,1%, fruto de la reciente revalorización del yen, que se ha visto afectado por la decisión de la FED de retrasar su próxima subida de tipos de interés, un hecho que ha debilitado el dólar.
No hay mal que por bien no venga y el fortalecimiento de la divisa nipona contribuyó a rebajar la factura de las mercancías importadas. A ello habría que añadir la caída de los precios del crudo, que redujo en un 40% el valor de las compras de gas natural, petróleo o productos derivados. "No pensamos que el Banco de Japón vaya a tomar medidas adicionales de estímulo" sugirió Adachi.
Manufacturas a la baja
Durante la jornada de ayer también se publicó la confianza de los manufactureros japoneses, que registró un aumentó en abril, pese a que se espera que empeore en los próximos tres meses.
El indicador Reuters Tankan, que sigue de cerca el sondeo trimestral Tankan del Banco de Japón, mostró que la confianza del sector de servicios cayó en abril y se estima que empeorará aún más por la debilidad del consumo privado, que corresponde a cerca de un 60% de la economía. El mismo índice de confianza para el sector manufacturero subió a 10 en abril desde 6 en marzo.