
Las autoridades ultiman los detalles sobre la metodología del nuevo euríbor. Según informó ayer el Instituto Europeo de los Mercados Monetarios (EMMI), que se encarga de la administración del indicador, los cambios entrarán en vigor previsiblemente en la primera mitad del año que viene.
EMMI trabaja ahora en la elaboración de los parámetros para establecer el nuevo cálculo, tras recibir la opinión de los distintos agentes del mercado. La institución insiste en incorporar al cómputo operaciones empresariales y de algunos organismos públicos, como el ICO español, porque acaparan una parte importante de la financiación. Hasta ahora, el euríbor se fijaba en base a al precio medio que están dispuestos a pagar un panel de bancos entre sí por prestarse dinero.
Las autoridades europeas, además, quieren que el cálculo se establezca a partir de las operaciones reales y no a partir de estimaciones como en la actualidad.
Una vez EMMI haya estipulado los nuevos parámetros, se llevará un análisis de impacto para comprobar sus efectos. Este estudio, en principio, se realizará en la segunda mitad del presente año.
El euríbor es clave para determinar el coste de los créditos. En España, más del 90% de la hipotecas está referenciada a este indicador.
Los cambios en su metodología se producen en un momento en que por primera vez ha entrado en terreno negativo por la política monetaria impulsada por el BCE para reactivar la economía, pero desde hace años las autoridades trabajan para modificar este índice. Fuentes financieras cercanas a EMMI sostienen que es difícil anticipar el efecto que tendrán las nuevas reglas, pero avanzan éste será mínimo.
La reforma se impulsó en 2012 después de que saltaran los escándalos de manipulación tanto del euríbor como del libor por parte de distintas entidades europeas, que sufrieron relevantes multas por este tipo de prácticas delictivas.