
En el año 2009 las Administraciones Públicas cerraron con un déficit de 118.237 millones de euros, equivalente a más del 11% del PIB, una cifra que contrastó con el superávit de 21.620 millones alcanzado dos años antes, en 2007. La respuesta inmediata por parte de los gobiernos a este grave desequilibrio fue la reducción del gasto público, al que Comisiones Obreras ha puesto hoy cara.
La reducción del gasto -con un intenso recorte en la gran mayoría de los servicios públicos- vino acompañado, solo en una medida menor y con retraso, del aumento de los tipos impositivos de algunas figuras tributarias.
En el primer caso, el proceso de consolidación fiscal que se inició en España en 2009, aún inacabado, ha supuesto una intensa caída del gasto público: en 2014, el conjunto de las administraciones públicas gestionaron 30.824 millones de euros menos que en 2009. Esta sería la primera cuantificación de los recortes: el gasto consolidado total cayó en tres puntos del PIB. Así se recoge en el informe que ha presentado hoy el sindicato, Cartografía de los recortes, el gasto público en España entre 2009 y 2014.
Con todo, hay un número muy reducido de partidas de gasto que crecieron mucho, provocando una distorsión de la realidad: las pensiones, el pago de intereses de la deuda y el gasto energético aumentaron en 47.824 millones en esos cinco años. Si dejamos al margen estas tres partidas, el recorte en el resto del gasto público fue de 78.164 millones de euros. Esta es la cifra que mejor refleja el retroceso que han sufrido en nuestro país los servicios públicos, la protección social o la dotación de infraestructuras físicas, sociales o tecnológicas.
En el período 2009/2014, el gasto aumenta en once subfunciones en 47.000 millones de euros; se corresponden en lo fundamental con el gasto en pensiones y en intereses por deuda que representan el 87% de esta cifra. Por el contrario, hay 53 subfunciones en las que el gasto se reduce, acumulando una caída conjunta de 78.164 millones de euros.
Esta cifra es la que mejor refleja el ajuste del gasto en este período, señalan desde CCOO, casi 79.000 millones de euros que se reparten en prácticamente todas las áreas de actividad en los tres niveles de las Administraciones públicas. Es un recorte enorme que equivale a un 8% del PIB, y generalizado porque afecta a casi todos los programas.
Los 47.824 millones de euros de aumento en pensiones, intereses de la deuda y, en menor medida, energía y otras partidas, hacen que la cifra consolidada sea sensiblemente menor; pero la realidad es que el conjunto de las Administraciones públicas han encajado un durísimo ajuste en el resto de partidas de gasto, y, en consecuencia, en la capacidad de actuación del Estado para cubrir las necesidades de la población.
El economista Manuel Lago, miembro del Gabinete Económico de CCOO, ha apuntado hoy en la presentación del informe que los mayores recortes se produjeron "en los servicios públicos, la protección social y la dotación de infraestructuras, físicas, sociales o tecnológicas".
Los recortes más significativos
En el apartado de servicios públicos básicos, que engloba la sanidad y la educación, en 2014 se gastaron 18.400 millones de euros menos que en 2009, detalla el informe. El gasto sanitario se redujo en 9.600 millones, un recorte que afectó sobre todo a la remuneración del personal sanitario y a la inversión. Por su parte, el gasto educativo sufrió un recorte de 7.394 millones. "En educación se ha dejado de gastar casi uno de cada cuatro euros desde que empezó el ajuste", indicó el sindicato.
La partida de vivienda y desarrollo comunitario es una de las que más recursos pierde. "En los últimos cinco años, el gasto ha menguado en 8.805 millones de euros, que equivale a alrededor del 70% menos en comparación con 2009", señala CCOO. De este modo, se pasó de destinar 13.000 millones en 2009 a poco más de 5.000 millones en 2014.
En los gastos de capital, formados por la inversión directa de las administraciones públicas y por las transferencias de capital que cofinancian inversiones de otros agentes, se produce una caída de 40.569 millones de euros, una reducción del 70% en términos reales.
Por otro lado, la remuneración de los empleados públicos retrocede en 10.626 millones, un 17% en términos reales. Esta caída de la masa salarial se debe a dos factores: a la devaluación salarial y la "brutal precarización" laboral, y a la reducción en el número de trabajadores, que en el periodo estudiado supone 136.183 personas menos.
Mayor gasto en energía
Por el contrario, aumentó el gasto energético en un 469%, partida "digna de toda sospecha", según Manuel Lago. El gasto en subvenciones y pagos compensatorios al sector energético "se multiplicaron casi por cinco veces entre 2009 y 2014, hasta situarse cerca de los 6.000 millones".
Las pensiones de jubilación y de supervivencia también se incrementaron en 23.577 millones, un crecimiento que, no obstante, indica CCOO, "se debe a la lógica del sistema de protección y a la evolución demográfica y no a una decisión política: cada vez hay más pensionistas porque se alarga la esperanza de vida y la cuantía de la media de la pensión aumenta porque la de quienes entran es superior a la de quienes salen".
Por último, el pago de los intereses de la deuda supuso destinar 18.206 millones más en 2014 que en 2009, más del 100% en términos reales y que eleva hasta el 4% del PIB la cuantía del servicio de la deuda soberana, según indican los datos recogidos por CCOO.