Economía

La economía de EEUU se estanca y amenaza con contraerse en el primer trimestre

Aquellos que consideraban que la marcha económica del país seguía viento en popa comienzan a perder el optimismo. La última batería de datos macroeconómicos siguen jugando en detrimento del PIB estadounidense que cada vez se encuentra más cerca de registrar un crecimiento negativo en el primer trimestre de 2016. Según la última cifra actualizada de la Reserva Federal de Atlanta, el país creció en los tres primeros meses del año a un ritmo del 0,1%, un nivel rebajado debido a la brusca caída en los inventarios, que en febrero registraron su mayor desplome en casi tres años.

Un factor que juega en contra del crecimiento estadounidense y que ha borrado tres décimas de las previsiones de la Fed de Atlanta en menos de una semana. Sin embargo, los economistas de J.P. Morgan también se sumaron al grupo de expertos que han rebajado sensiblemente sus perspectivas para los tres primeros meses del año. Ahora esperan un tímido incremento del 0,2% frente al 0,7% anteriormente previsto. Barclays hizo lo propio al recortar sus proyecciones hasta el 0,3%.

"La debilidad en los inventarios de febrero y la revisión a la baja del dato de enero, no han hecho recortar nuestras previsiones de inversión en inventarios en el sector privado para el primer trimestre", advertían desde el banco británico. Sin embargo no hay mal que por bien no venga ya que el brusco ajuste en los inventarios hace indicar que su efecto en el segundo trimestre y en periodos consecutivos será menor, a ojos de los economistas de J.P. Morgan.

Desde la Reserva Federal de San Luís, su indicado sobre la probabilidad de una recesión sigue siendo bajo, con sólo un 0,7% de probabilidades de materializarse. Durante la tarde del jueves, la propia Janet Yellen, presidenta de la Fed, acompañada por sus tres predecesores en el cargo, Ben Bernanke, Alan Greenspan y Paul Volcker, aseguró que la "economía estadounidense toma un rumbo sólido" y descartó que se encontrase "en una burbuja". Bernanke respaldó esta idea al afirmar que la actividad económica "sigue hacia delante" y reconoció que EEUU tiene las mismas probabilidades que en 2014 o 2015 de sufrir una recesión. Para Greenspan, el problema que enfrenta la mayor economía del mundo "no es una recesión" sino el débil incremento de la productividad, un hecho que lastra el crecimiento económico.

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