
Los bancos centrales buscan a la desesperada generar inflación para cumplir con su cometido. Ante el relativo fracaso de sus políticas en Occidente, ahora son varios los expertos y economistas que abogan por monetizar directamente el déficit público de los Gobiernos o incluso por regalar dinero a las familias para que consuman. Estas propuestas están ganando fuerza, no obstante podrían esconder grandes riesgos detrás, que de cumplirse desembocarían en situaciones ya vistas en otros países y con resultados nefastos.
Al igual que varios economistas han defendido la idea de regalar dinero a las familias o monetizar el déficit público de los Gobiernos, no es menos cierto que otros tantos economistas y firmas financieras han advertido de los peligros que estas políticas esconden. Pimco, la mayor gestora de bonos del mundo, ha sido una de las firmas que ha hablado con mayor contundencia sobre los peligros que hay detrás de estas políticas, es más, ha pedido a los bancos centrales que no repartan dinero gratis entre los ciudadanos, porque esta decisión podría desencadenar una hiperinflación, en declaraciones a Reuters.
Un incremento considerable de la oferta monetaria que no esté respaldado por un incremento real de la producción podría desembocar en un fuerte incremento de los precios. Si esa impresión y reparto de dinero se traslada a los precios, la situación no habrá mejorado para los ciudadanos, puesto que su poder adquisitivo será al final el mismo. Por otro lado, los expertos de Pimco también creen que esta política podría desencadenar una venta masiva de deuda e incluso una crisis bancaria.
El helicóptero del dinero
Aunque la opción de regalar dinero a las familias está ganando adeptos, la posibilidad que a día de hoy tiene más opciones es que los bancos centrales financien o moneticen el déficit de los gobiernos para que estos gasten e inviertan a un coste casi cero. Los investigadores de Pimco señalan que desde el siglo XVIII ha habido hasta 56 ejemplos de países que han implementado esta política con resultados desastrosos.
Periodos de hiperinflación tras políticas de monetización del déficit público
Desde Francia en 1795 hasta Zimbabue en 2007. Son muchos los ejemplos: "Este es un lugar al que no queremos ir", explica Andrew Bosomworth, responsable de gestión de carteras de Pimco en Alemania. "Si miramos hacia el pasado , se puede ver que cuando los bancos centrales pusieron en marcha esta política se crearon enormes cantidades de inflación".
Este experto cree que el 'helicóptero del dinero', citado por primera vez en 1969 por el prestigioso economista Milton Friedman, "sería un movimiento claro hacia una nueva fase de la política monetaria donde habría una gran incertidumbre". Además, se podría desencadenar una ola de ventas de bonos soberanos, lo que dejaría a muchos bancos en una situación crítica, puesto que las entidades financieras son en gran parte los acreedores de los gobiernos.
"Los bancos estarían en una situación comprometida porque hoy tienen muchas hipotecas a un tipo concreto al igual que créditos a compañías, que representarían un elevado coste de oportunidad, puesto que con el helicóptero del dinero entraríamos en un nuevo régimen donde los intereses serían mucho más altos", explica Bosomworth.
Aunque las críticas son duras, los expertos de Pimco también reconocen que quizá esta vez fuese diferente. Nunca se ha puesto el helicóptero a funcionar en un contexto como el actual en el que la deflación amenaza a áreas económicas muy grandes como la Eurozona o Japón. "Tal vez esta vez fuera diferente, pero no existe ninguna evidencia de que esta política haya logrado inyectar la cantidad correcta de dinero para lograr el resultado deseado", sentencia Bosomworth.