
Royal Bank of Scotland cree que la economía China tendrá un aterrizaje forzoso. Posiblemente el PIB del gigante asiático esté creciendo ya a un ritmo muy inferior al oficial y que es excesivamente dependiente de la inversión. Además, su economía no está mostrando signos de reequilibrio ante la falta de coherencia política.
Según destaca el informe de banco británico, "es difícil estimar el verdadero crecimiento de China, pero sería razonable creer que la tasa de variación del PIB está siendo del 3 o el 4% interanual".
Por otro lado, la debilidad de la demanda, tanto interna como externa, junto al exceso de capacidad productiva del país ha detenido el crecimiento de la inversión industrial. Mientras tanto, el mercado inmobiliario está moviéndose sólo a través del sobre-stock de vivienda, pero la inversión en este mercado ha parado de crecer.
"Todos los años de exceso de inversión han dejado como legado un exceso de capacidad y la caída de la inversión en estos momentos está dejando en una situación complicada a la industria. La producción de electricidad, cemento y acero están experimentando caídas. Todo ese exceso de capacidad está haciendo caer los precios...El deflactor del PIB ha entrado en terreno negativo", señala el informe de RBS.
"Los precios internos y el yuan están corrigiendo, lo que significa que los vientos de desinflación están soplando desde China. Los bienes 'Made in China' son cada vez más baratos".
Por otro lado, el reequilibrio de la economía está siendo más lento de lo que se pensaba: "Los servicios han crecido rápidamente como porcentaje del PIB en estos últimos años, pero la mayor parte se debe al crecimiento de los servicios financieros y a la expansión del mercado de acciones. El reequilibrio de la economía era una necesidad urgente a comienzos de la última crisis; en cambio las decisiones políticas distorsionaron la economía del país", aseguran los expertos de RBS.
Además, las empresas y ciertos entes de China son adictos a la deuda. Desde que comenzó la crisis de 2008, la deuda de las empresas no financieras ha crecido a un ritmo de 6.500 millones de dólares por día. Un ritmo de endeudamiento de esta magnitud suele desembocar en una crisis financiera, como se ha demostrado en otros países.
Por último, "en los últimos meses, las políticas económicas en China han sido reactivas y cada vez tomadas con mayor descoordinación entre las instituciones del Estado. Esto demuestra que existe cierto rechazo por parte de las autoridades que sea el mercado que dicte los precios finales en la economía".
Con todos estos datos en la mano, RBS sentencia que su opinión sobre China ha cambiado: "De prever un aterrizaje con baches, hemos cambiado nuestro pronóstico al de un aterrizaje forzoso como escenario más probable para economía del país. La desaceleración de China está ya impactando en la economía global a través de los diversos canales de crecimiento, comercio, inflación, expectativas sobre tipos de interés y otros canales financieros".