
El gasto en sanidad suele ser una parte importante del gasto público de los gobiernos, al menos en los países desarrollados. Según los últimos datos del Banco Mundial, Holanda es el país que más gasto público dedica a la sanidad, mientras que Venezuela ocupa el último lugar. El gasto en sanidad está medido en términos de PIB para que las comparaciones tengan cierto sentido. Aunque es cierto que los países en los que la sanidad privada tiene mayor espacio podrían incurrir en un menor gasto público en sanidad.
Los últimos datos que muestra el Banco Mundial son de 2013. Holanda gasta un 10,3% de su PIB para financiar la sanidad. Según la terminología de esta institución, "el gasto público en salud suma los gastos corrientes y de capital del gobierno en los presupuestos (tanto del Gobierno central como regionales), además de préstamos, subvenciones y fondos para seguros de salud". De modo que no sólo considera el gasto en sanidad pública, también el gasto público para subvencionar a determinados individuos la sanidad privada.
Entre los países que más gastan respecto al PIB en salud pública se encuentra Dinamarca con un 9,2%, Bélgica con un 8,5%, Cuba con un 8,2%o Alemania con un 8,7%. Parece que, salvo alguna excepción, existe cierta correlación entre los niveles de renta per cápita y desarrollo con el gasto público en sanidad.
Por otro lado, los países anglosajones en los que la sanidad privada suele tener un mayor peso, también muestran un gasto en sanidad pública elevado. Dentro de la metodología del Banco Mundial para evaluar el gasto en sanidad se contabilizan los seguros que paga el Estado aunque sean para acudir a la sanidad privada, lo que puede explicar el fuerte gasto público de estos países en sanidad. Nueva Zelanda y EEUU gastan un 8,1% del PIB en sanidad, el Reino Unido un 7,6%, mientras que Australia un 7,6%.
El caso de España
Por otro lado, en España el gasto en sanidad pública en 2013 fue del 6,3%, bastante inferior al de los países que más recursos destinan. Pero quizá lo peor es la tendencia del gasto, que ha pasado de alcanzar casi el 7% en 2011, al 6,7% en 2012 hasta el 6,3% de 2013. En 2009, el gasto público en sanidad fue del 7,2%, por lo que en números redondos se puede decir que el gasto público en sanidad ha caído en unos 9.000 millones de euros desde el año tope.
Portugal también utiliza el equivalente al 6,3% de su PIB para subvencionar la sanidad, Serbia utiliza un 6,4%, Eslovenia un 6,6%, Uruguay un 6,1% o Bosnia Herzegovina un 6,7%. Dentro de los países que menos recursos públicos dedican a la sanidad está Venezuela que sólo gasta el equivalente al 1% de su PIB, Armenia un 1,9%, Afganistán un 1,7%, Bangladesh un 1,2%, Costa de Marfil un 1,9% o Eritrea un 1,4%.