
El final del embargo a Cuba aumentará las exportaciones españolas a la Isla en unos 180 millones de euros anuales (200 millones de dólares), lo que sitúa a España como el tercer país mas beneficiado por la supresión de las sanciones norteamericanas y el restablecimiento de las relaciones. La incógnita de Cuba ante las instituciones financieras internacionales
Los datos de un informe sobre el futuro de Cuba, elaborado por Euler Hermes, la compañía líder del seguro de crédito a la exportación, muestran que Estados Unidos será el principal beneficiario de la apertura económica y comercial con el régimen de La Habana, con un aumento de sus exportaciones a la Isla Caribeña estimado en unos 1.000 millones de dolares al año. Esto supondría un volumen de exportaciones que alcanzaría los 6.000 millones de dólares en 2020, equivalente al 25% de todas las importaciones cubanas, frente al 3% que suponen actualmente.
De los socios tradicionales de Cuba, y tras Estados Unidos, el principal beneficiario sería China con un aumento de sus ventas estimado en 360 millones de dólares al año, seguido de España con los citados 200 millones de dólares, Brasil y Francia con 120 y 100 millones de dólares anuales, respectívamente.
Por contra, el país más perjudicado será Venezuela que es uno de los principales socios comerciales actuales de La Habana.
El informe de Euler Hermes, estima también que el crecimiento del PIB en Cuba pasará de una media del 2% en los últimos cinco años, a un incremento de entre el 5 y el 6% anual entre 2016 y 2020. Una aceleración que estará motivada principalemnete por la inversión extranjera que aumentará entre un 15 y un 20% durante el próximo quinquenio.
Oportunidades de inversión
En materia de inversión, los técnicos de Euler Hermes recuerdan que en noviembre de 2014 el Gobierno cubano presentó una amplia lista a los inversores extranjeros más deseados, en la que se incluía una carertaa de oportunidades para la inversión extranjera de 264 proyectos, con los que se pretende obtener un volumen de inversión de 15.000 millones de dólares, unos 13.500 millones de euros.
También pone el foco el Gobierno de Raúl Castro en el impulso de la Zona Especial de Desarrollo Mariel. En concreto, las autoridades cubanas pretenden convertir la bahía de Mariel, situada a 28 millas de la costa oeste de La Habana y a 112 millas de Florida, en un centro de comercio de mercancías, con una zona de libre comercio y un puerto de contenedores capaz de alojar algunos de los mayores cargueros del mundo.
Con una política de bajos impuestos y una regulación laxa, el gobierno cubano espera atraer suficiente capital para construir fábircas industriales y aumentar los servicios de exportación e importación de la Zona de Desarrollo Mariel.
Riesgos aún elevados
Euler Hermes advierte, sin embargo, que a pesar de la apertura comercial los riesgos políticos y de clima empresarial en Cuba "seguirán siendo elevados". La inversión extranjera continuará estando muy controlada por el Estado y, en general, las empresas extranjeras necesitarán que Cuba tenga la propiedad mayoritaria de los negocios, aunque se espera que el sector privado se desarrolle "gradualmente".
También, y debido al sistema de cambio de tasa cubanao, "extremadamente complejo", aumentarán los riesgos relacionados con la financiación y la divisa. En este punto el gobierno de La Habana ha manifestado interés en la unificación de las dos monedas del país, el peso convertible y el peso cubano, algo que parece inevitable.
El acceso al crédito continúará también siendo limitado a corto plazo y los riesgos de impago de las empresas cubanas seguirán siendo elevados.