Economía

El crecimiento del 3,3% del PIB sólo aumentará una décima el empleo

  • El techo de gasto baja un 4,4% pero Montoro descarta más recortes

El Gobierno aprobó el viernes la revisión al alza de las previsiones de crecimiento de la economía que, sin embargo, no van acompañadas de una mejora en la recuperación del empleo. Así, y aunque el aumento del 3,3% del PIB en 2015 que recoge el nuevo escenario macroeconómico -el más alto desde 2007- supone una mejora de tres décimas con respecto a las previsiones iniciales, la revisión de la tasa de paro apenas reduce en una décima, desde el 22,1 al 22%.

Una mínima mejora que se repite también en las previsiones para 2016, año en que el Gobierno revisa al 19,7% la tasa de desempleo, frente al 19,8 inicial, con un crecimiento de la economía que se eleva hasta el 3%.

En esta línea, el Ejecutivo eleva a 602.000 trabajadores la cifra de creación de nuevos empleos durante este año, que si bien es un 3,4% mayor que en 2014, apenas supera los 601.000 puestos de trabajo estimados en el último programa de estabilidad, con lo que el total de ocupados se situará en 18.171.400 personas. La cifra de parados bajará en 591.000 personas este año, sólo 2.000 más respecto a los 589.000 proyectados en abril, lo que situará el total de parados en 4.866.600 personas.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Economía, Luis de Guindos, justificaba esta mínima mejora del empleo pese al mayor crecimiento del PIB, asegurando que las previsiones de empleo y paro se calculan en términos de Contabilidad Nacional, además de que el Gobierno quiere ser "especialmente prudente en sus previsiones".

Guindos insistió también en que a finales de 2015 habrá 420.700 parados menos que cuando el Partido Popular llegó al Gobierno y 18.400 ocupados más, cálculos similares a los recogidos en el programa de estabilidad del mes de abril.

Tirón de la demanda interna

El crecimiento del 3,3% previsto para 2015 se basa en la buena evolución durante el primer semestre del año, que en tasa anualizada registra un aumento del 4%. Tanto la demanda interna, con una aportación de 3,3 puntos, como la externa neta, con una mejora de dos décimas, contribuyen de forma equilibrada y sostenible a esta mejor evolución del PIB.

La demanda interna tirará del crecimiento en 2015, con una evolución mejor de la prevista. El consumo privado aumentará el 3,4%, impulsado por la reactivación más rápida de lo esperado del empleo, la moderación de los precios de consumo y la disminución de impuestos derivada de la reforma fiscal. La inversión en capital fijo se prevé que aumente un 6,4% en 2015, gracias a los bienes de equipo, que crecerá el 9,3% en especial por la construcción (5,5%), que sube por primera vez después de siete años de caídas consecutivas, con una recuperación del 3,2% en el segmento residencial y del 7,3% en otras construcciones.

En 2016 continúa la recuperación de la economía, con un crecimiento esperado del 3%, gracias a que la demanda nacional aporta 2,9 puntos y la demanda externa neta, una décima. La consolidación de la recuperación económica dentro y fuera de la UE impulsa las exportaciones de bienes y servicios, que avanzan a un ritmo del 6% anual en volumen, y las importaciones crecen el 6,4%, cuatro décimas más que en 2014.

Austeridad sin recortes

Junto a la revisión del cuadro macroeconómico, el Gobierno remitió también el viernes a las Cortes Generales para su tramitación el límite de gasto no financiero del Estado para 2016, que asciende 123.394 millones de euros, un 4,4% menos que el fijado en el Presupuesto de 2015. Esta reducción del gasto se enmarca dentro del propósito del Ejecutivo de cumplir con el objetivo de déficit del 2,8% del PIB para el próximo año.

La reducción de la carga de intereses de la deuda por la rebaja en los tipos de interés y una menor aportación al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) debido a la continua reducción del desempleo, son las causas principales por las que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explica este recorte del gasto.

Por contra, se incrementan las partidas destinadas a pensiones, la aportación a la Seguridad Social y a las mutualidades, a la lucha contra el fraude fiscal y a educación.

Los presupuestos para 2016 "mantienen los mismos criterios de austeridad que los de años anteriores, pero austeridad no significa recortes", resaltó Montoro, quien añadió que este límite de gasto "es consistente con el gasto en términos de contabilidad nacional que resulta del objetivo de déficit establecido para el Estado y de los ingresos no financieros previstos".

Por lo que se refiere a los objetivos de estabilidad presupuestaria para el conjunto de las Administraciones Públicas, se contempla un déficit máximo del 4,2% del PIB para 2015, el 2,8% del PIB en 2016, y del 1,4 y el 0,3% del PIB para 2017 y 2018, respectivamente.

Montoro afirmó también que este esfuerzo de reducción del déficit público supone continuar aplicando una política de control del gasto público en el conjunto de Administraciones Públicas que ha de conducir a alcanzar el objetivo de déficit del 2,8% del PIB en 2016, en coherencia con las recomendaciones dadas por el Consejo Europeo, finalizando el Procedimiento de Déficit Excesivo y, una vez alcanzado este objetivo, seguir avanzando hacia el equilibrio presupuestario a medio plazo.

En el desglose por Administraciones Públicas, el déficit de la Administración Central se reducirá progresivamente hasta alcanzar el 0,2% del PIB en 2018. Para ello, partirá de una previsión de déficit del 4,2% para en 2015 que espera alcanzar desde el 5,69% que marcó al cierre de 2014, aunque Montoro recordó que esta cifra sería menor, sólo el 5,5%, si no se hubiera aplicado el céntimo sanitario.

Las Administraciones territoriales también se suman al esfuerzo de consolidación fiscal. Tanto las comunidades autónomas como las entidades locales tendrán equilibrio presupuestario en 2018.

Las comunidades autónomas, en concreto, bajarán el saldo negativo de sus cuentas al 0,3% el año próximo, al 0,1% en 2017 y tendrán que acabar en equilibrio al final del periodo, en 2018. Mientras, las entidades locales acabarán los tres años en equilibrio.

Finalmente la Seguridad Social cerrará el ejercicio de 2016 con un déficit del 0,3% que reducirá al 0,2% en 2017 y al 0,1% en 2018.

Sobre el esfuerzo fiscal de cada una de las Administraciones, Montoro instó a "acabar con los tópicos", remarcando que tanto la Administración Central como las comunidades autónomas "han hecho un esfuerzo parecido de reducción del déficit", y matizó que la parte de la Administración que no ha hecho el ajuste son las pensiones, "porque desde el Gobierno entendemos que eso es cohesión social".

Mejora del sueldo de los funcionarios

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, volvió a insinuar que los Presupuestos Generales del Estado de 2016 llevarán una subida del sueldo de los funcionarios y la devolución de todo o parte de la paga extraordinaria que se les detrajo en 2012.

"Hay que mejorar la retribución de los funcionarios y ellos también "entran en esa política de devolución de esfuerzos que está haciendo el Gobierno", con medidas como el anticipo de la rebaja del IRPF, de la que "también los funcionarios se van a beneficiar". "La función pública hay que dignificarla y mejorarla y en eso nos vamos a empeñar en el último tramo de la legislatura", sentenció Montoro quien, sin embargo, no concretó el momento y la cuantía de esa mejora retributiva que supedita al margen presupuestario.

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