Economía

Tsipras se enroca y asegura que la propuesta de Bruselas es irrealizable

  • La incertidumbre recorta un 1,4% semanal al Ibex, que aguanta grancias al resto de plazas europeas

"¿Estamos cerca de un acuerdo? Sí, más cerca que nunca". Con estas palabras, Alexis Tsipras respondió ayer a los rumores sobre un posible colapso de las negociaciones de Atenas con los acreedores, unos rumores que erupcionaron después de la noticia de que el primer ministro griego iba a intervenir en el Parlamento heleno de forma extraordinaria. En su intervención ante la Cámara, Tsipras resumió la estrategia del Gobierno griego a lo largo de la negociación, y pidió a los partidos de la oposición que aclarasen si apoyan al Gobierno o si adoptan las propuestas de los acreedores. Dejó claro, eso sí, que la suya es la única propuesta realista para solventar el problema que arrastra Grecia.

La incertidumbre a la que ha sometido Atenas a los mercados estos días llevó al Ibex 35 a perder un 1,4 por ciento semanal. El selectivo español se dejó, ayer, un leve 0,75 por ciento para cerrar en los 11.062 puntos. El hecho de que el índice haya perdido el nivel de los 11.200 puntos abre la puerta a una corrección mayor, sin embargo, el hecho de que el resto de grandes bolsas europeas aguantase el tipo, ha impedido de momento que esto sea así.

Las claves del plan griego

Resumiendo en seis los puntos básicos de la propuesta helena frente a los interlocutores internacionales, Tsipras subrayó, en primer lugar, el acuerdo sobre superávit primarios más bajos, algo que los acreedores ya han aceptado, que reducirán los objetivos económicos de Grecia por 8.000 millones de euros en los próximos 18 meses y 14.000 a un plazo de cinco años. En segundo lugar, Tsipras destacó como punto clave de la propuesta de Atenas la reestructuración de la deuda pública, aunque eso sí, sin entrar en detalles con números concretos y sin confirmar noticias que salieron ayer en la prensa internacional.

A continuación, el tercer punto sería la protección de los salarios reales y las pensiones, que han sufrido continuos recortes durante los cinco años de la austeridad, y la redistribución de los ingresos en beneficio de la mayoría social que ha aportado a la lucha contra la crisis mucho más de lo que les correspondía. Más aún, Tsipras reconfirmó que su Gobierno intenta restaurar la negociación colectiva y el reajuste de las relaciones laborales y, por último, reiteró la necesidad para la economía griega de un fuerte programa de inversión que cree un shock positivo a la economía real. Estos seis pilares resumen, según el primer ministro griego, la perspectiva de un acuerdo sostenible y socialmente justo.

El objetivo de la intervención de Alexis Tsipras ante el Parlamento griego era informar de la manera más formal a los partidos de oposición, y desde luego a la sociedad griega, sobre la evolución de las negociaciones entre Atenas y los acreedores, especialmente tras los acontecimientos de las últimas semanas. Haciendo un resúmen del proceso, Tsipras reiteró que el fin es conseguir una solución europea al problema de la crisis económica, una solución en nivel principalmente político que podría aportar significativamente a la unificación política del continente, como dijo. "Grecia ha demostrado claramente su compromiso en esta dirección, mediante la presentación de su propuesta frente a los acreedores, una propuesta que es la única base realista para la negociación", sostuvo el primer ministro griego.

Es cierto que el Gobierno de Syriza ha declarado repentinamente que el punto esencial de la negociación no es el conjunto de las medidas exigidas por los acreedores, sino romper el círculo vicioso de los últimos años y poner fin a la austeridad. "Es fundamental que haya un acuerdo, una solución concreta que ponga fin a la austeridad, al debate sobre una salida de Grecia de la zona euro y que asegure la sostenibilidad de la deuda pública. Pero que sea una solución firme y no simplemente una promesa de solución, tal como hay hasta ahora" declaró Tsipras.

Decepcionados con Bruselas

Un punto que en los últimos días captó buena parte de las columnas de la prensa internacional fue la propuesta que presentó el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker a la parte griega. Tsipras hizo hincapié a este acontecimiento expresando su decepción al recibir dicha propuesta: "Confieso con sinceridad que las sugerencias que me entregó el señor Juncker en Bruselas me sorprendieron negativamente" sostuvo Tsipras, añadiendo que se trata de una propuesta que no tuvo en cuenta nada en absoluto del terreno común que se había conseguido durante los últimos meses.

Una subida del IVA de diez puntos porcentuales o la abolición del mínimo subsidio que se entrega hoy a los pensionistas de los mínimos nivelos, sostuvo Tsipras, no es algo que puede ser aceptado por ningún diputado griego, sea del Gobierno de Syriza o de cualquier otro partido. Este tipo de medidas "absurdas", especialmente después de tanto intercambio de propuestas que tuvo lugar entre las partes interesadas en el último tiempo, supone nada más que un retroceso.

Aviso a la Cámara

Fue durante este preciso punto de su discurso, cuando Alexis Tsipras hizo hincapié a la opinión de los diputados de la oposición. "Me interesa bastante escuchar su opinión y escuchar claramente si aceptan o rechazan este tipo de acuerdo que se nos quiere imponer", subrayó Tsipras, "un acuerdo de este tipo que sugiere una cuestión ética y supone la estrangulación económica del país, la humillación y el sometimiento de los esfuerzos realizados por los griegos".

No obstante, el primer ministro Griego declaró ante la Cámara que el acuerdo sí está cerca, reiterando que los argumentos de la parte griega son realistas, flexibles y además no se presentan indiferentes a lo que buscan otros países europeos. "Estamos en la recta final" concluyó Tsipras, "pero hay que tener en cuenta de que el tiempo disponible no se acaba solamente para nosotros, sino para todos".

Europa sí cree en el acuerdo

La Comisión Europea entiende que la decisión de Grecia de no abonar los 300 millones que debía este viernes al FMI y agrupar todos sus pagos del mes de junio -un total de 1.600 millones- para el día 30, no pone en cuestión la capacidad de Atenas de devolver su deuda. "La decisión de Grecia de agrupar los pagos de junio al FMI está en línea con las reglas del Fondo y se ha usado antes. No cuestiona la capacidad de un Estado miembro de cumplir sus obligaciones financieras", remarcó ayer el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, en rueda de prensa.

La Comisión no ha pedido explicaciones a Atenas por este retraso, aunque ha dado a entender que Tsipras, no informó a su presidente, Jean-Claude Juncker, de sus intenciones en la reunión de emergencia que mantuvieron el pasado miércoles para tratar de desbloquear el rescate, y que concluyó sin éxito.

Bruselas ve posible progresar y considera que "todos los elementos" para llegar a un acuerdo "están sobre la mesa" con la propuesta de los acreedores que Juncker presentó a Tsipras el miércoles. Sin embargo, aún no hay fecha para un nuevo encuentro entre Juncker, Tsipras y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que permita cerrar ese acuerdo (inicialmente se había previsto para este viernes).

"Esa reunión es posible, pero de momento Juncker no ha dirigido ninguna invitación similar, así que no habrá una reunión a corto plazo", dijo el portavoz.

Pero Fitch teme un impago

En medio de toda esta situación, la agencia Fitch no descarta que la falta de un acuerdo entre Grecia y sus acreedores y la decisión de aplazar los pagos pendientes al Fondo Monetario Internacional (FMI) conduzcan a un impago. De acuerdo con su último análisis, el hecho de agrupar el pago de los cuatro tramos al Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos 1.500 millones a finales de junio, refleja que hay grandes dificultades de liquidez y apunta que es "una posibilidad real" el impago de los bonos en manos privadas. Con todo, Fitch mantiene por el momento la nota crediticia de Grecia en CCC.

Según la agencia de calificación británica, la reciente negativa del Gobierno de Atenas de aceptar las propuestas presentadas por las instituciones -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- y las presiones internas del ala más radical partido gubernamental Syriza a no hacerlo apuntan a que, aún cuando se alcance un compromiso de ultima hora, tan sólo cabe esperar una prórroga del actual rescate.

Esa prórroga posiblemente conlleve que habrá sólo desembolsos parciales del rescate pendiente por valor de 7.200 millones de euros, condicionadas siempre a que Grecia demuestre su compromiso con los términos pactados.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky