Economía

Merkel y Hollande urgen el acuerdo con Atenas ante el inminente impago heleno

  • "El programa debe estar concluido para finales de mayo", según Merkel
Chiste de Napi.

En las negociaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales, para desbloquear los fondos con los que evitar la quiebra, el Gobierno de Syriza es el que siempre ha visto el vaso medio lleno. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, rompió ayer filas con la posición más cauta de los europeos y el FMI, al señalar a Bloomberg que es "optimista" y se puede cerrar un acuerdo "hacia finales de mayo, principios de junio".

Aunque la Comisión Europea continúa viendo que las conversaciones entre los griegos y las instituciones progresan "lentamente", el riesgo de un impago de Atenas en junio urge a que "el programa deba estar concluido para finales de mayo", según indicó la canciller alemana Angela Merkel. Porque, como señaló el líder francés, François Hollande, que compartió rueda de prensa con ella ayer en Berlín, "Grecia tiene necesidades financieras que no pueden esperar". Por eso, ambos pidieron que Atenas tome "pasos claros" para acelerar la negociación y tener un acuerdo antes de que los pagos al FMI el próximo mes, que suman 1.500 millones, lleven el país a la bancarrota.

Pese al optimismo de Juncker, el ajuste de pensiones y la reforma laboral continúan siendo tabú para el Ejecutivo de Alexis Tsipras.

Ante la falta de avance en estos temas, esenciales para el FMI, las instituciones habían preferido hasta ahora guardar cautela al referirse a la marcha de las negociaciones. Pero la Comisión está dispuesta a cambiar el ritmo y contemplaría seguir adelante sin el FMI, para así sacar adelante una versión light del acuerdo inicial con Atenas en el Eurogrupo del pasado 20 de febrero.

Fuentes comunitarias confirmaron ayer una propuesta de la Comisión filtrada a la prensa helena, en la que ya no se cuenta con los fondos de Washington. Aunque rebajaron su importancia, al indicar que es sólo parte del intercambio de papeles entre ambos lados, la propuesta también rebaja significativamente el ajuste fiscal para este año, se incluye la reforma del IVA aceptada ahora por Grecia, aunque apenas se detallan las reformas en mercado laboral y pensiones. Si Atenas cumple con los requisitos, accedería a la parte europea de los 7.200 millones de euros que quedan en el rescate, que tras algunos ajustes sumaría 5.000 millones.

Las negociaciones

Las diferencias en la negociación entre el FMI y la Comisión han provocado que en las últimas semanas se especulara con un desembolso únicamente de la parte europea.

El acuerdo del 20 de febrero señala que el aprobado de la lista de reformas, y el posterior desbloqueo del dinero, deberá ser autorizado por todas las instituciones, y éste es el marco en el que todavía la Comisión trabaja. Sin embargo, fuentes comunitarias señalaron que un Eurogrupo extraordinario podría modificar este marco, y fijar una serie de objetivos cuyo cumplimiento servirían para un desembolso fraccionado de los fondos del rescate.

Fuentes del Eurogrupo dijeron que de momento no hay prevista una reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona estos días.

A pesar de ello, las negociaciones se acelerarán, los líderes europeos acudirán a la cumbre de la Asociación Oriental en Riga el jueves y viernes, y los ministros de Finanzas del G-7 se reunirán en Dresde la próxima semana. Hollande y Merkel hablarán con Tsipras en Riga.

Además, la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo invitó a Tsipras y al líder del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, para aclarar la marcha de la negociación. "Hay bastantes posibilidades de que vengan la semana que viene", dijo una fuente de la Eurocámara.

Por su parte, Lagarde justificó la rigidez del FMI al recordar que la institución debe velar por "la responsabilidad con los compromisos que se han adquirido con la comunidad internacional".

El divorcio con el FMI no será tan sencillo, y puede disparar un segundo frente de batalla con Alemania. Fue precisamente Merkel la que quiso involucrar al fondo en el primer rescate heleno para traer la credibilidad y el conocimiento de la institución. El Bundestag ya avisó en el pasado que no aprobará ningún desembolso si el FMI no forma parte del visto bueno.

El visto bueno se complica además con decisiones de Atenas, como la de reabrir la televisión publica ERT el próximo 25, cerrada precisamente bajo el mandato de la troika. Anuncios "unilaterales" de este tipo "minan la confianza", dijo un miembro de las instituciones que participa en las negociaciones.

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