
Las empresas de Rodrigo Rato en España son un pozo sin fondo que han multiplicado sus números rojos en los últimos años, lo que ha provocado que la declaración ante el fisco le salga prácticamente siempre a devolver por el impuesto de sociedades. De acuerdo con los datos que figuran en el Registro Mercantil, su grupo empresarial, que no consolida sus estados financieros ni constituye una única unidad fiscal, ha presentado unas pérdidas entre los años 2009 y 2013 de más de 2,7 millones de euros, con lo que la Agencia Tributaria le ha tenido que abonar durante dicho periodo algo más de 73.000 euros.
La mayor parte de las pérdidas se concentró, sin embargo, en el último ejercicio, cuando Rato declaró un resultado negativo después de impuestos de más de 2,3 millones de euros. La Agencia Tributaria está investigando sin embargo si ha habido facturas entre compañías de forma irregular para engordar los números rojos y evitar la tributación correspondiente, según informó ayer El Mundo, con un fraude fiscal estimado en 5 millones de euros.
Es decir, que las pérdidas de sus empresas, al menos en parte, podrían ser ficiticias. Eso al margen de que haya podido haber negocios facturados a través de sociedades por lo que tendría que haber declarado a título individual con el pago del correspondiente IRPF.
La cabecera, en quiebra
En cualquier caso, y según las cuentas del Registro Mercantil, la situación más ruinosa se registró en Arada, la cabecera de gran parte de sus negocios españoles, que pasó de perder 18.302 euros en 2012 a 2,16 millones en el ejercicio siguiente y que se encontraba así a 31 de diciembre de 2013 en situación de quiebra técnica.
El objeto social de esta compañía es la producción de energía hidroeléctrica, aunque controla también las participaciones en distintas sociedades y se dedica a otro tipo de actividades. Así, por ejemplo, es la principal accionista, de forma directa o indirecta, de Donald Inversiones, una sicav (sociedad de inversión en capital variable) a través de la cúal el exministro de Economía y exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar invierte en bolsa y renta fija.
Con unos activos valorados en 4,4 millones de euros, debido a las fuertes pérdidas la firma registró un patrimonio neto negativo de 1,9 millones, lo que la situó en causa de disolución. Rodrigo Rato ha confirmado a elEconomista que los números rojos de Arada corresponden a una inversión hotelera que resultó un fracasó.
Rato ha admitido tener un participación del 44 por ciento en un hotel de cuatro estrellas en Alemania, el Catalonia Berlin Mitte, por el que cobraría junto al resto de socios, un alquiler de 17 millones de euros. La inversión en Arada podría corresponder, sin embargo, a otro negocio distinto.
Entre las sociedades que está investigando ahora la Agencia Tributaria destaca también Kradonara 2001, una firma con sede en Sotogrande (Cádiz) y cuya matriz es una sociedad domiciliada en Londres pero administrada desde Gibraltar: Vivaway. Tal y como adelantó elEconomista el pasado sábado, Rato hizo a Vivaway una inyección de 5,4 millones de libras (7,5 millones de euros) en 2013. Pero aún así, Kradonara declaró unos números rojos de 69.980 euros, frente a un beneficio el año anterior de 37.539 euros.
Kradonara 2001
Según se refleja en su informe de cuentas anuales, la sociedad pagó en concepto de impuestos de sociedades 9.384 euros en 2012 pero Hacienda le devolvió al año siguiente debido a las pérdidas 14.994 euros.
Rato figura como accionista único de Vivayway con 2.349 acciones ordinarias y ésta es además la única propietaria de Kradonara 2001. Sin embargo, en los últimos meses, el exministro, que ha trasladado su domicilio fiscal al despacho que tiene en la calle Castelló de Madrid, ha nombrado a su secretaria personal, Teresa Arellano, nueva administradora única.
Arellano ha sustituido en el puesto a Servitax, una gestoría controlada por el despacho de abogados Plazas, un bufete que tiene su sede en Sotogrande y que al igual que ocurrió con su despacho fue registrado la semana pasada por los agentes de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en búsqueda de documentación que pruebe los posibles delitos de los que se acusa al exministro: fraude fiscal, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Entre las empresas que conforman el entramado societario de Rato, todas ellas ahora bajo investigación, figuran también una firma de comercio al por mayor, como Asordela, una promotora inmobiliaria, como Vistarties o varias energéticas, como Arada o Explotaciones Carabaña.
Anticorrupción
La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, debe resolver esta semana por otro lado si la investigación iniciada en los juzgados de Madrid contra Rodrigo Rato sigue en manos de la Fiscalía de Madrid o es asumida por la Fiscalía Anticorrupción, que considera que es un asunto que le corresponde por la relación con hechos que ya investiga respecto al exmandatario.
El hecho de que Madrigal deba analizar y resolver sobre esta petición, realizada por el fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, el pasado jueves, da a entender que ambos departamentos se disputan la causa. La resolución se conocerá seguramente este lunes, según han informado fuentes fiscales.