Economía

¿Vestirá Trichet camisa azul de rayas verticales con puños y cuello blancos?

Jean-Claude Trichet, presidente del BCE. Foto: archivo.

La lució la última vez que el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés, allá por junio de 2007. Recurrió a ella tres meses después, cuando pospuso sine die el incremento del precio del dinero que tenía programado para el 6 de septiembre. Incluso la vistió el pasado 2 de junio, fecha en la que se concentró el grueso de las celebraciones organizadas con motivo del décimo aniversario de la entidad europea. ¿Cómo quedará mi hipoteca si Trichet sube los tipos?

En todas estas ocasiones -y en muchas más-, Jean-Claude Trichet se presentó con una camisa azul de rayas verticales y puños y cuello blancos -ver apoyo fotográfico-. Parece, por tanto, que es su amuleto. El talismán que emplea cuando tiene que decir o hacer algo importante. Su atuendo preferido para los grandes momentos.

Por eso es posible que el máximo representante del BCE también la use hoy, ya que tiene una cita de las de verdad. Presidirá la reunión en la que, con toda seguridad, la institución pondrá fin a la sequía de movimientos que padece desde hace 13 meses. Salvo sorpresa, está previsto que Trichet y sus muchachos eleven los tipos oficiales vigentes en la zona euro del 4 al 4,25 por ciento.

"El aumento está fuera de toda duda", confirma Pablo Guijarro, experto de Analistas Financieros Internacionales (AFI). También lo cree el mercado de divisas, donde el euro llegó ayer hasta los 1,589 dólares, su cambio más alto desde abril.

Los precios

Con esta actuación, la entidad pretende cumplir con su precepto fundacional: garantizar la estabilidad de los precios a medio plazo. Más en concreto, dicha meta consiste en mantener la inflación por debajo, pero cerca del 2 por ciento. Y en junio, según el dato provisional facilitado por Eurostat, los precios repuntaron en la región a una tasa interanual del 4 por ciento, el doble de la cota perseguida.

Pero, por encima incluso de un mes concreto, lo que quita el sueño al BCE es que se ponga en entredicho su credibilidad antiinflacionista. Dicho de una forma más técnica, que las expectativas futuras sobre la subida de los precios se le escapen de las manos y, consecuentemente, se materialicen los efectos de segunda ronda que tanto teme la entidad en forma de subidas salariales que alimenten la inflación.

Mal momento

El problema reside en que ni siquiera el BCE vive en un mundo en el que sólo existe la inflación. O lo que es lo mismo, por mucho que la entidad se sienta obligada a endurecer las condiciones monetarias para contener la inflación, el momento financiero y económico no es el más apropiado para hacerlo. Como indica José Luis Martínez Campuzano, estratega en España de Citi, "sería una de las pocas ocasiones donde habríamos visto subidas del precio del dinero en un escenario de deterioro del crecimiento, restricción de crédito, tensiones en los mercados y crisis financiera".

Distintas estadísticas constatan que, pese a que la eurozona aún fue capaz de crecer a una tasa interanual del 2,2 por ciento en el primer trimestre de 2008, la economía puede perder fuerza en los meses venideros. Así, la actividad del sector manufacturero y de servicios se situó en junio por debajo de los 50 puntos, lo que equivale a una contracción del crecimiento. Al mismo tiempo,

hasta los 94,9 puntos, su nivel más bajo desde mayo de 2005.

A todo ello se unen las dificultades financieras, tal como refleja el euribor a 12 meses, la referencia a la que están vinculadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España. A pesar de que el BCE no ha movido los tipos desde junio de 2007, desde entonces el euribor ha repuntado del 4,48 al 5,417 por ciento, una ascensión que pone de relieve que los problemas que está atravesando la banca ya se han transmitido a los ciudadanos, sin necesidad de que Trichet haya aumentado los intereses.

¿Habrá más?

Trichet, por tanto, se mueve entre la presión de los precios y los riesgos que se ciernen sobre el crecimiento y la estabilidad financiera. Y aunque hoy dará prioridad a la primera, todo indica que no sembrará nuevos incrementos. "Con esta subida, más que insinuar más aumentos, pretende enviar el mensaje de que no va a bajar los tipos", señala Juan Carlos Acitores, gestor de renta variable de Ahorro Corporación. "Más allá no veo tan claro que pueda haber más repuntes. Existe demasiada incertidumbre para ello", añade José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

En este sentido, distintos miembros del BCE han pretendido templar los ánimos al anticipar que, en efecto, subir los tipos hoy no significa que comience un ciclo alcista del precio del dinero. Pablo Guijarro, sin embargo, no las tiene todas consigo. "Es posible que manifiesten que no está hecho todo el trabajo", afirma en referencia a la posibilidad que aún dejen la puerta abierta a más subidas. La solución, hoy, a partir de las 14.30 horas, cuando comparezca Trichet ante los medios. ¿Lo hará con su camisa?

El atuendo de las grandes ocasiones

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