
La apreciación del euro frente al dólar se ha convertido en un problema para la Eurozona, por un lado ha desacelerado las exportaciones y por el otro ha incidido en la baja inflación. Pero en el caso de España el daño es mayor, ya que en una economía con los precios cayendo y altas tasas de desempleo, un euro fuerte amenaza la recuperación a través de las exportaciones.
En un reportaje de Bloomberg, fían la suerte de la economía española a la decisión que pueda tomar el presidente del BCE, Mario Draghi, para atacar la fortaleza del euro. En los últimos 12 meses, el euro se ha apreciado un 5% frente al dólar, en un momento en el que la inflación provoca la desaceleración de la competencia dentro de la zona euro.
En la actualidad, la moneda comunitaria cotiza en los 1,38 dólares, pero el pasado 13 de marzo alcanzaba los 1,3967 dólares, el nivel más alto en su cruce frente al billete verde desde octubre de 2011. Una situación que no gusta nada al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que aseguró a principios de mes que "me gustaría un tipo de cambio diferente".
Draghi recogió el guante del presidente y cinco días más tarde aseguraba en Washington a los periodistas que la fortaleza del euro "requiere un mayor estímulo monetario". Unas medidas que pueden llegar demasiado tarde para las empresas españolas. Las exportaciones españolas fuera de la Unión Europea han caído un 0,8% en febrero frente a un mes antes y dentro de la unión han subido un 1,2% en febrero frente al 1,3% de enero.
El ministerio de Economía publicará mañana los datos definitivos de exportaciones, pero el pasado año la economía española registró un récord de 234.000 millones de euros, aunque en el último trimestre la tasa anual de crecimiento se desaceleró un 0,8% desde el 4,4% que marcó en el tercero.
Unas exportaciones que tienen que luchar contra una inflación en mínimos. Las estimaciones de Bloomberg esperan que la inflación de la Eurozona sea del 0,5% en marzo, una cuarta parte del 2% que tiene como objetivo el BCE. Pero es que en el caso de España, los precios cayeron en marzo por primera vez desde octubre de 2009, según los datos del INE.
Un cóctel explosivo para la recuperación española según señala la agencia de noticias. "El mejor escenario para España es una tasa de inflación por debajo de la media de la zona euro para ayudar a la competitividad", señala el economista de la universidad de Oxford, Ben May. Pero alerta de que "si los precios caen, con el peligro de que se enquiste, y hay un euro fuerte que incida en la inflación subyacente, entonces se convierte en el peor de los casos".
Ante este panorama, Santiago Carbó, economista de la universidad de Bangor, señala a Bloomberg que "hay que esperar que el BCE actúe". "La fortaleza del euro es especialmente mala para España, ya que la demanda interna sigue siendo limitada y está tratando de centrar su economía en las exportaciones en lugar de la construcción y la vivienda", avisa.
El último en sumarse ha sido el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, que ha asegurado que un euro fuerte es malo tanto para el crecimiento de Europa como para la recuperación de la economía francesa.
Pero la pelota está en el campo del BCE. "Un tipo de cambio diferente nos permitiría exportar más", pidió Rajoy. Para aclarar justo después que "eso no es competencia de mi Gobierno, que está dentro de Europa y dentro del BCE". El miembro del consejo del BCE, Christian Noyer, reconocía ayer mismo que la inflación podría ser medio punto más alta si no fuera por la fortaleza del euro. Una situación que solo puede arreglar Draghi y la "unanimidad" para actuar que hay en el seno del banco central.