La inflación nipona llegará al 1,8% en 2014, cuando la deuda pública se disparará al 232,6%
TOKIO, 23 (EUROPA PRESS)
La política de agresivas medidas de estímulo monetario dirigidas a impulsar el crecimiento de la economía de Japón y combatir la deflación ha recibido este martes el respaldo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a pesar del previsible efecto de este programa, denominado popularmente como 'Abenomics', sobre la deuda pública nipona, que alcanza niveles nunca antes observados entre los países desarrollados.
"Abenomics ha cambiado el ánimo en Japón, impulsando tanto la confianza de las empresas del sector privado como de los hogares", destacó el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, en la presentación de un informe sobre la economía nipona, donde la institución destaca "la audaz política monetaria, la flexible política fiscal y la estrategia de crecimiento" adoptada por el nuevo Ejecutivo de Japón.
En este sentido, el secretario general de la OCDE expresó su confianza en que la expansión de la economía japonesa vendrá impulsada por las exportaciones, incrementando la inversión empresarial y el empleo, poniendo así fin a la deflación.
No obstante, a pesar de estos signos alentadores, la OCDE advierte de la importancia "crítica" de que Japón haga frente a unos extremadamente altos y todavía crecientes niveles de deuda pública y a los desafíos relacionados con el envejecimiento de la población.
En este sentido, el 'Club de los países ricos' augura que la economía japonesa crecerá un 1,4% este año y el siguiente, mientras que la inflación, que en 2013 bajará una décima, llegará en 2014 al 1,8%, prácticamente cumpliendo el objetivo del Banco de Japón.
Sin embargo, la OCDE advierte de que la ratio de deuda pública de Japón, que en 2012 se situó en el 219,1% del PIB, el nivel más alto jamás registrado entre los países de la OCDE, llegará este año al 228,3% y seguirá al alza el próximo año, cuando podría alcanzar el 232,6% del PIB, adentrándose en "territorios inexplorados".
RECORTES DEL GASTO SOCIAL Y SUBIDAS DE IMPUESTOS.
A este respecto, la organización con sede en París apunta que estabilizar los niveles de deuda pública para 2020 requerirá, en función de la evolución del PIB y de los tipos de interés, mejorar el déficit fiscal primario desde el déficit del 9% de 2012 a un superávit del 4% en 2020.
"Controlar el gasto, particularmente en seguridad social, ante el rápido envejecimiento de la población es fundamental", apunta la OCDE, que considera que también serán necesarias "sustanciales subidas de impuestos", a pesar de que esto afectará al crecimiento.
Asimismo, dada la magnitud y duración de la consolidación fiscal, "Japón se enfrenta al riesgo de un pronunciado incremento de los tipos de interés, lo que amenazaría a su sistema bancario, muy expuesto a la deuda pública japonesa".