
El Producto Interior Bruto (PIB) se desacelera, el desempleo aumenta, los créditos se endurecen... Hace tiempo que los diferentes casas de análisis advierten de la situación que le espera a la economía española los próximos meses. La teoría puede estar bien aprendida, pero, ¿y la práctica? Así afectará esta situación al bolsillo.
Todas las previsiones parecen tener claro que el desempleo aumentará en España, principalmente en el sector constructor y residencial, pero todas las empresas asociadas a ellos se verán afectadas también. Y como en la economía todo está interconectado, el negocio de todos los sectores se resentirá.
Llega el desempleo
La tasa de paro crecerá 0,4 puntos en el segundo trimestre, hasta situarse en el 8,4%, según el último Euroíndice Laboral IESE-Adecco (EIL). Respecto a la creación de empleo, el informe señala que la contratación de mano de obra "se ralentizará aún más", por lo que habrá 331.000 nuevos puestos en el segundo trimestre (+1,6%), mientras que la población activa crecerá en 464.000 personas respecto al año anterior (+2,1%). Esto provocará un aumento interanual del colectivo de parados en 133.000 personas, un 7,6% más.
"Los españoles siempre pensamos que nunca nos toca a nosotros", comenta José Carlos Díez, economista jefe de InterMoney, que recomienda "analizar la situación de la empresa en la que se trabaja para ver si hay posibilidades de pérdida de empleo". En cualquier caso, Díez cree que "ha llegado el momento de que las familias midan su nivel de endeudamiento y lo comparen con las posibles subidas de su nivel de renta para ver si es asumible".
La deuda total de los hogares creció un 12,7% en 2007 hasta alcanzar un valor de 875.878 millones de euros, que representa más del 86 por ciento del PIB español, según datos del Banco de España. El saldo deudor de los préstamos dedicados a la compra de una vivienda por parte de las familias alcanzó un nuevo récord el ejercicio pasado al ascender a 646.121 millones de euros. Por su parte, los créditos al consumo alcanzaron los 228.017 millones de euros.
Más ahorro y menos consumo
Para Díez, "el problema es microeconómico y son las propias familias las que tendrán que hacerlo frente", por lo que cree que deberán pensar en ahorrar. "El consumo se ha ralentizado por la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de la gasolina y los alimentos, pero muchos ciudadanos todavía no se han parado a pensar que tienen que gastar menos porque la situación económica puede empeorar", explica.
Sin embargo, este economista cree que no será una etapa de constricción del consumo para todos los bolsillos porque aquellas familias que ya hayan pagado su vivienda no tendrán ningún tipo de problema y podrán "disfrutar del momento" con el mismo nivel de vida y sin agobios.