
El gran proyecto del euro vive sus momentos más críticos. La reacción de los mercados hoy es una muestra más de que el último gran acuerdo de la última cumbre sobre el fondo de rescate no vale: la Eurozona se acerca a su momento más decisivo, con el euro ahondado los mínimos de dos años y un panorama político cada vez más dividido.
Tras ampliar los poderes del fondo de rescate y anunciar una unión bancaria, los líderes europeos se apresuraron a cantar de nuevo victoria. Especialmente desde España e Italia, que se veían vencedores frente a las tesis de Alemania y sus satélites.
Sin embargo, la realidad es tozuda, y hoy han sido, irónicamente, estos dos países los más castigados tanto en el mercado de deuda como en el mercado de renta variable, ya que los problemas de la Eurozona permanecen: un marco institucional ineficaz y algunos miembros que bordean la insolvencia. Tal y como analiza Bloomberg, "moción de censura al fondo de rescate": la gran apuesta de los políticos europeos vuelve a no surtir los efectos deseados.
"Estamos en una situación en la que la gente se está dando cuenta de que nos enfrentamos a una reestructuración de deuda", explicó a Bloomberg Marc Oswald, el estratega jefe de Monument Securities. "Es la realidad sin compasión. El gran atraco y farol de la Eurozona siempre ha conseguido ganar tiempo, pero eso ya no es una estrategia viable. Estamos llegando a la hora de la verdad".
"No vamos a ver muchos progresos a lo largo del verano, y los mercados permanecen nerviosos", explicó John Stopford, de Investec Asset Management. "La crisis está sucediendo. El euro se está desintegrando desde dentro por la falta de crédito entre países".
Hoy debería haber sido un día clave: finalmente el Eurogrupo aprobó el rescate bancario español, tras superar los escollos y las trabas de algunos países en las últimas semanas. Sin embargo, la realidad le dio una nueva bofetada a los líderes europeos en varios frentes.
España presentó su cuadro macro, esperando otro año de recesión mientras Valencia pedía el rescate un solo día después de que el Congreso convalidara el fondo de liquidez. Desde Italia, con la región de Sicilia al borde de la quiebra, el primer ministro Mario Monti culpaba a España y a Grecia de la subida de la prima de riesgo. Mientras, sobre Grecia volvían las dudas: esta semana ha tenido que pedir un crédito puente para llegar a fin de mes y el BCE ha dejado de aceptar bonos griegos como colateral.
A la confusión también han contribuido desde los países "sanos", ese núcleo de la Eurozona que últimamente logra que el mercado le pague por emitir deuda. En Alemania, el CSU, partido bávaro hermano de la CDU de la canciller Angela Merkel lanza una dura advertencia: "Quien no cumpla debe abandonar el euro". La Eurozona, tras un nuevo "éxito" en la última cumbre, pareció hoy viernes que se resquebrajaba y dividía más que nunca.
Los nervios de los inversores siguen a flor de piel y no se atreven a asumir ningún riesgo sobre la Eurozona. "Parece que hay una falta de voluntad de los traders para mantener las posiciones a lo largo del fin de semana", explicó Tom Russo, de Gardner Russo & Gardner. "Nunca puedes saber. Tienes dos días de riesgo en los que no puedes operar. ¿Por qué no eliminar el riesgo para el fin de semana?".