
El Banco de España ha reconocido hoy que la desaceleración mostrada a lo largo del año pasado por la economía española es "más pronunciada" al inicio de 2008, en un entorno en el que se están "intensificando las tensiones" en los mercados financieros internacionales. La entidad también constata que se acentúa la ralentización de la construcción.
"Los datos más recientes apuntan a una desaceleración algo más pronunciada de la actividad al inicio de 2008, en un entorno en el que se intensificaron las tensiones en los mercados financieros internacionales", se puede leer en el último informe mensual del Banco de España publicado hoy.
La autoridad monetaria señala que los distintos indicadores de construcción corroboran también el "tono general de desaceleración" de este sector, que se habría "intensificado" con respecto a los meses precedentes. En este sentido, tanto los indicadores de empleo como los relativos a consumos intermedios evolucionaron en enero de un modo "más desfavorable" que en periodo más reciente.
Por su parte, el Banco de España apunta que la inversión en bienes de equipo podría estar reflejando una "moderación" de la fortaleza de este componente que, no obstante, continuará siendo, como en los últimos trimestres, el "más dinámico".
Por el lado del empleo, afirma que el "menor dinamismo" de la evolución del mercado de trabajo es "coherente" con una "ralentización" de la actividad económica.
En cuanto a los mercados financieros, el instituto emisor subraya que durante enero y la parte transcurrida de febrero prosiguieron las "tensiones" en los mercados financieros nacionales e internacionales. De este modo, añade, se registraron nuevos incrementos de los diferenciales crediticios e importantes retrocesos de los principales índices bursátiles.
Previsiones económicas
La economía española se desaceleró en el cuarto trimestre del año pasado al situarse su ritmo de crecimiento en el 3,5%, tres décimas menor que en los tres meses anteriores. El principal culpable de esta ralentización hay que buscarlo en la demanda nacional, que moderó su aportación al crecimiento en seis décimas. Para todo 2007 el crecimiento fue del 3,8%, una décima menos que en 2006.
De cara a 2008, la Comisión Europea ha situado el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español en el 2,7%, con lo que rebajó en tres décimas su anterior previsión. El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ha descartado que el Gobierno revise sus estimaciones de crecimiento de la economía española para 2008, actualmente en el 3,1%.
El Banco de España ha señalado especto a la economía de la Eurozona que "la información aparecida más recientemente confirma que la actividad en el área continuará débil a comienzos de 2008".
Bruselas también rebajó en cuatro décimas sus previsiones de crecimiento para la zona euro, que situó en el 1,8%. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que los países que comparten el euro crezcan de media un 1,6% en 2008.