Madrid, 9 ago (EFECOM).- El aumento de precios de los cereales, los piensos y, de manera indirecta, los productos ganaderos previsiblemente cobrará "una importancia creciente en el futuro", según apunta el Banco de España (BE).
En su último boletín económico, el Banco señala que ya se han apreciado "elementos de tensión" en las materias primas alimenticias y los piensos, que "vienen mostrando crecimientos notables" y son responsables, en parte, del incremento de los precios de alimentos no elaborados por encima de la inflación general.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica mañana el IPC español de julio que, si coincide con el indicador avanzado del IPC armonizado, podría situarse en el 2,3 por ciento, lo que supondría la tasa más baja de inflación registrada en un mes de julio desde 1999.
No obstante, el estudio del Banco de España indica, por el contrario, una tendencia al alza de los precios de la alimentación que se verá agudizada por la demanda mundial de biocombustibles y que en los próximos años podrían crecer hasta representar el 8 por ciento de todos los carburantes en 2012, frente al 1 por ciento actual.
Esta mayor producción de combustibles renovables, al amparo de las medidas del Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, conllevará el aumento de la demanda de productos agrícolas como cereales, azúcar, semillas oleaginosas y aceites vegetales.
Para el periodo 1999-2007, según los datos del BE, el incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) de los alimentos no elaborados alcanzó el 4,8 por ciento, lo que supone 1,7 puntos porcentuales más que la tasa de inflación general.
Además, este aumento de precios en los alimentos frescos fue mayor en España que en el resto de países del euro, con un diferencial de 1,7 puntos porcentuales sobre la media de la Eurozona frente al 1,1 de diferencia para el índice general.
Esta tendencia se ha agudizado en los últimos dos años, de modo que el incremento de precios de los alimentos no elaborados pasó del 2,8 por ciento en el segundo trimestre de 2006 al 5,8 por ciento en el mismo periodo de 2007, mientras que para el índice general la subida se moderó del 3,9 por ciento al 2,4 por ciento.
El Banco de España también analiza en su último boletín la evolución de la inflación subyacente (que excluye la energía y los alimentos no elaborados) en la zona euro , que "se ha mantenido muy contenida", indica, con una media anual próxima al 1,5 por ciento.
Sin embargo, se destaca la tendencia al alza experimentada recientemente hasta el 1,9 por ciento actual, motivada en parte por la subida de tres puntos del IVA en Alemania, efectiva desde el uno de enero de este año y que habría añadido 0,3 puntos porcentuales a la inflación general de los países del euro.
A pesar de la moderación observada en los últimos años, en el contexto actual de expansión económica "existen riesgos de que la todavía incipiente aceleración de los componentes menos volátiles del IPCA puede comenzar a manifestarse con intensidad", alerta el BE. EFECOM
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