Tania Romero
Pekín, 9 ago (EFECOM).- Chile ofrece su amplia experiencia en acuerdos comerciales con China como "puente" económico entre el país asiático y el resto de países latinoamericanos.
China necesita las materias primas que hay en Latinoamérica, como el cobre, y anticiparse a posibles acuerdos de estos países con Estados Unidos, el otro gigante en la región, según señaló el experto chileno Osvaldo Rosales en un simposio económico celebrado en Pekín para analizar las relaciones entre China y Chile.
Rosales, director de la División de Comercio e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de la ONU, espera que el comercio entre China y América Latina siga aumentando y sea cada vez más importante para el país asiático.
Por el momento, sólo supone el 4 por ciento del comercio total de China, aunque este semestre el país asiático se convirtió en el principal mercado exportador de Chile, el segundo de Perú y el tercero de Brasil y Argentina.
Identificar las complementariedades entre América Latina y China, promover los negocios conjuntos y los flujos de inversión y estimular el comercio entre sectores son los desafíos que afrontan ambas regiones, según Rosales.
Para convertirse en la puerta de entrada de las inversiones y los productos chinos en Latinoamérica, ambos países podrían crear empresas comunes que operen en terceros mercados, según sugirió el embajador de Chile en China, Fernando Reyes, durante el simposio.
Rosales fue más allá y planteó la posibilidad de promover iniciativas privadas o públicas a tres bandas entre China, Chile y un tercer país latinoamericano, aprovechando los acuerdos que mantienen los dos primeros.
Según Rosales, hay un gran espacio para las inversiones chinas en América Latina, sobre todo en el campo de las infraestructuras que comunican a los países de la región entre sí y que son uno de los principales problemas para el comercio en la zona.
Para el experto chileno, las relaciones comerciales con el país asiático obligarán a América Latina a modernizar sus mecanismos de integración, ya que tendrán que unificar sus mercados y establecer normas estándares para potenciar las relaciones económicas con China.
Chile es el único país latinoamericano que tiene un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, que entró en vigor el pasado octubre para productos y que ahora se encuentra en fase de negociación para ampliarlo a las inversiones y los servicios.
Además, después de varios acuerdos bilaterales a lo largo de veinte años, Chile fue también el primer país de América Latina en apoyar en 1999 la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que finalmente se produjo en el 2001.
Las relaciones comerciales entre ambos países se iniciaron en 1971, un año después de que Chile se convirtiera en el primero de latinoamérica en reconocer a China.
Chile también es el país de América Latina con mayor proyección hacia los mercados asiáticos, ya que tres de sus cuatro clientes principales son China, Japón y Corea del Sur.
En el primer semestre del año, China desplazó a Estados Unidos como primer destino comercial de Chile.
A las intenciones chilenas, se une la buena disposición de China para aprovechar su relación comercial con Chile, que supone la octava parte del comercio total del país asiático con América Latina.
China es el principal importador mundial de cobre, producto que supone un 30 por ciento del total de las importaciones que llegan desde Chile, al que se unen otros como el hierro, el vino y las frutas, mientras que exporta al país latinoamericano maquinaria, ropa y juguetes. EFECOM
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