Economía

Francia se sume en una parálisis política: Bayrou se ve obligado a dimitir tras perder la confianza de la Asamblea

El primer ministro de Francia, François Bayrou. / Foto: Reuters.

Francia se sume de nuevo en el caos político ante la inminente dimisión de su primer ministro, François Bayrou, al no haber recibido este lunes la confianza de la Asamblea Nacional. En total, 364 diputados votaron el rechazo a la confianza en el Ejecutivo, mientras que 194 se mostraron a favor. Tal y como manda la Carta Magna gala, el primer ministro deberá presentar su dimisión ante el Presidente de la República, Emmanuel Macron.

El político centrista contaba con el apoyo, con muchas reticencias, de los diputados del bloque central (Renacimiento, Modem, Horizontes). Por otro lado, los diputados del Partido Socialista, La France Insoumise (extrema izquierda) y Reagrupación Nacional (ultraderecha) votaron a favor de la caída del gobierno. Los diputados electos de Les Républicains (LR) se mostraron divididos al respecto, entre el apoyo al gobierno y la oposición.

El primer ministro francés, François Bayrou, expuso este lunes ante la Asamblea Nacional su plan presupuestario de recorte del gasto público con el que pretende hacer frente a la abultada deuda que lastra las arcas galas. Una sesión que concluyó con esta moción de confianza convocada por él mismo y cuyo resultado ya parecía parece más que previsible, incluso por el propio primer ministro, que calificó de "irrevocable" la caída de su gobierno.

"Estaba anunciada desde el primer minuto de su existencia", aseveró a la los diputados de la Cámara Baja en su intervención.

Esta dimisión supondrá la entrada de un Ejecutivo en funciones y colocará al presidente de la República, Emmanuel Macron, en una tesitura complicada para buscar una solución a esta crisis política que está viviendo el país vecino. De momento, el presidente descartó convocar elecciones o dimitir de su cargo. Los expertos recalcan que lo más probable es que busque un nuevo primer ministro y todo apunta a que sea entre las filas socialistas.

Bayrou mantuvo un tono absolutamente dramático durante su intervención ante la Cámara, asegurando que lo que están sufriendo actualmente las cuentas públicas galas es una "insoportable hemorragia". En este sentido, el centrista comparó la "sumisión a la deuda" con la "sumisión a la fuerza militar".

"Dominados por las armas, o dominados por nuestros acreedores a causa de una deuda que nos agobia, en ambos casos perdemos nuestra libertad", lamentaba Bayrou. En este sentido, reiteró que esto no es algo nuevo, sino que es un problema estructural que lastra a Francia desde hace décadas: "Francia no tiene un presupuesto equilibrado desde hace 51 años".

Francia acumula actualmente una deuda que ronda el 114% del PIB y, de seguir con las políticas actuales de rebajas de impuestos, que merman los ingresos, sin hacer un recorte del gasto público, incrementarían el pasivo de las arcas galas hasta un terreno insostenible que, según el último monitor fiscal del Fondo Monetario Internacional, publicado en abril, rondaría el 130% del PIB en el año 2030.

El plan presupuestario que Bayrou presentó a mediados del mes de junio incluye un recorte del gasto público de casi 44.000 millones de euros para 2026, lo que supondría doblegarla curva del déficit público del 5,8% del PIB de 2024 al 4,6% en dicho ejercicio fiscal. Para poder lograr esta meta, el Ejecutivo conservador anunció varias medidas que tienen un gran impacto en la sociedad, como congelar las pensiones, reducir el gasto sanitario o el empleo público e incluso suprimir días festivos, entre otras cosas. Asimismo, también planeaba una "contribución solidaria" de los tramos más altos del Impuesto de la Renta, que permanecería indefinida.

Todo esto en un contexto en el que el presidente, Emmanuel Macron, anunció para 2027 un incremento del gasto militar para 2027 que llegaría a los 64.000 millones de euros. Es decir, Francia recortaría en gasto social para incrementar el presupuesto militar.

Francia vuelve a estar abocada a una nueva crisis política apenas nueve meses después de la llegada de François Bayrou a la jefatura del Gobierno. El líder moderado habría durado, si la moción de confianza no sale adelante, cerca de ocho meses en el cargo. Aunque ya duró más que su antecesor, Michel Barnier, que solo logró mantenerse tres meses en a la cabeza del Gobierno galo.

Así, la salida de Bayrou lo convierte en el cuarto primer ministro en perder el puesto durante el segundo mandato presidencial de Emmanuel Macron, iniciado en 2022, y en el tercero que cae en poco más de un año.

Pablo del Amo, investigador de política exterior en el Real Instituto Elcano, aseguraba en un artículo que esta decisión de Bayrou de someterse a una moción de confianza "debe leerse sobre todo en clave política". Al ser consciente de que sus Presupuestos no iban a salir adelante en la Asamblea Nacional más fragmentada de la historia de la democracia francesa, "eligió precipitar la crisis antes de sufrirla, abandonando el puesto "con honra" en lugar de quedar atrapado en una moción de censura inminente", explicaba el experto.

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