Economía

Illa se reúne con Puigdemont en Bruselas para rehabilitarlo políticamente

  • El presidente de la Generalitat califica el encuentro de "ejemplo de diálogo"
  • El líder independentista afirma que "no vivimos en una situación de normalidad"
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el líder de JuntsxCat, Carles Puigdemont
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El nuevo curso político del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, arrancó con una reunión, este martes, en Bruselas con el líder de JuntsxCat, Carles Puigdemont, en el que es el primer encuentro del socialista con el independentista desde que asumió el cargo. La reunión ha tenido lugar en la en la delegación del Govern ante la Unión Europea con la intención de normalizar las relaciones y rehabilitar políticamente a Puigdemont, tras el aval a la Amnistía. Una cita que se ha zanjado sin decisiones concretas.

El encuentro ha durado una hora y media y se enmarca en los esfuerzos por sacar adelante las negociaciones entre el Gobierno y la formación independentista para desbloquear un acuerdo presupuestario para 2026, que necesita de los 7 votos de Junts. De fondo está también la reducción de la jornada laboral, una medida ansiada por el ala izquierdista del Ejecutivo. Hasta ahora, Junts ha mostrado distancia respecto a ambos asuntos.

Tras la reunión, los dos políticos se han marchado por separado en sendos coches sin declaraciones a la prensa. En una publicación en la red social X, antigua Twitter, Illa ha enfatizado la normalidad del encuentro al compararlo con el resto de citas que ha mantenido con expresidentes de la Generalitat. "El diálogo es el motor de la democracia para que Cataluña continúe avanzando. Hoy damos un buen ejemplo", ha asegurado en la red social.

Por su parte, el líder independentista ha agradecido la "amabilidad de la conversación". También en una publicación en la red social X, ha remarcado que en "una situación de normalidad democrática, esta reunión se debió producir hace muchos meses y no en Bruselas sino en el Palacio de la Generalitat". Según ha indicado, "hoy ha vuelto a quedar claro que no vivimos en una situación de normalidad".

Illa cuenta más de un año en la presidencia de la Generalitat aunque es la primera vez en su mandato que se reúne con su predecesor. El encuentro ha arrancado puntual, los dos políticos se encontraban en un apretón de manos antes de pasar a la sala de reuniones. Este acercamiento se traduce como un primer paso para normalizar las relaciones después de que el Tribunal Constitucional diera su respaldo a la ley de Amnistía, al inicio del verano.

Tras la cita, a las 18 de la tarde, el presidente de la Generalitat se trasladó al Parlamento Europeo donde inauguró la exposición del centenario del Monasterio de Montserrat, motivo que lo trajo ayer a Bruselas y que sirvió de catalizador para el encuentro. Se trata de una reunión que pretende trasladar normalidad institucional, según aseguraban desde la portavocía del Govern.

La conversación entre ambos políticos ha tenido lugar a puerta cerrada. Ninguno de los dos ha realizado declaraciones a la prensa, tal y como estaba previsto. Tan solo un apretón de manos ha servido para poner la brocha al inicio de este diálogo en el que se pretende proyectar la imagen de normalidad institucional y de convivencia por parte del Ejecutivo catalán.

La nota de color a la jornada la ha puesto una mujer a la puerta del edificio, que ha gritado al líder independentista que "lo que ha hecho a los catalanes no tiene nombre". Todo después de especificar que no es "facha" ni "independentista".

El Partido Popular se mostró abiertamente disconforme con la actuación del presidente de la Generalitat. El líder de la formación conservadora, Alberto Núñez Feijóo, avisaba de que el socialista "no es de fiar" y afeaba que no haga nada mirando por los españoles. "Que el presidente de la Generalitat de Cataluña se convierta en el señor Cerdán es una falta de respeto al conjunto de los catalanes y al estado de las autonomías", agregó.

El viaje de Illa es un acercamiento para evaluar la voluntad negociadora de Junts, sobre todo en el Congreso de los Diputados pero también en el Parlament. Tras su toma de posesión en agosto de 2024, Illa se vio con todos sus predecesores en el cargo —exceptuando a Pasqual Maragall, dada su avanzada enfermedad—, pero a lo largo de su primer año de mandato el dirigente socialista no ha hecho ningún esfuerzo por acercarse al independentista, que abandonó España en 2017 para evadirse de la justicia.

El presidente de la Generalitat realizó dos viajes previos a Bruselas ya ostentando tal cargo en los que no se reunió tampoco con Puigdemont. Ni en noviembre, ni el pasado febrero. Una actuación ampliamente criticada por el líder de Junts: "Sé que le incomoda, porque estoy en el exilio también por la responsabilidad del PSC en la represión", dijo.

El encuentro tiene una lectura en clave de política nacional, ya que hay quien ve este acercamiento como un movimiento de Pedro Sánchez para proyectar la "normalización política de Cataluña". Este verano, Illa pasó unos días con Sánchez en La Mareta (Lanzarote), mostrando en público su estrecha relación personal.

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