
La factura económica de la peor temporada de incendios que España ha sufrido en su historia será también de dimensiones inéditas, según los primeros cálculos de expertos a los que ha tenido acceso elEconomista.es. Atendiendo únicamente al coste al que afrontarán las comunidades autónomas y el Estado en materia de extinción del fuego, esa variable escala a los 19.000 euros por hectárea, según la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo). Así, teniendo en cuenta que solo en el mes de agosto en España se han quemado 203.224 hectáreas, el coste total se encuentra en 3.861 millones de euros, solamente dedicados a las tareas de extinción –a las que habría que sumar el coste de restauración–. En este sentido, y según datos ofrecidos por el presidente de Reforesta, Miguel Ángel Ortega, el coste de reforestar una hectárea se encuentra entre los 4.000 y 5.000 euros, aunque no siempre es necesario intervenir al ser la propia naturaleza la que actúa. Si no fuera así y se tuviera que actuar en todas las hectáreas que, hasta ahora, ha arrasado el fuego, serían 1.016 millones los que se tendrían que dedicar a esta partida.
Por su parte, el Director Técnico del Foro de Bosques, Sergio de la Cruz, señala a elEconomista.es que, en materia de prevención –en la que se incluye la identificación de riesgos, limpieza de bosques, capacitación de equipos, entre otras medidas– se suelen destinar entre unos 2.000 y 3.000 euros por hectárea. Así, desde el foro destaca la importancia de invertir "de manera inteligente, ya que cuesta menos prevenir que apagar y reconstruir, y cada euro que se destina a prevención puede ahorrar hasta 100 en extinción y daños posteriores".
El peor año de la serie histórica
Para poner en contexto la magnitud de los incendios ocurridos durante el año 2025, es el peor año desde que hay registros –el primer dato que ofrece Copernicus comienza en 2006, cuando se quemaron 118.368 hectáreas– y, a falta de cuatro meses y medio para finalizar el año, ya se han superado en 37.862 las hectáreas quemadas en el año 2022, el que había sido el más catastrófico hasta el momento –306.555 hectáreas–. Además, agosto ha sido el peor con diferencia, ya que han ardido 203.224 hectáreas, el 60% del total del año –hasta el momento el registro oficial de Copernicus señala que hay 344.417 hectáreas quemadas en 2025.
Ante la situación actual, conviene replantearse la financiación que se destina a la prevención de incendios y los recursos que se ofrecen a los propietarios para llevar a cabo la limpieza forestal de su propiedad, ya que "el 72% de la superficie pertenece a pequeños propietarios privados que tienen incentivos ni instrumentos financieros para hacer frente a la limpieza de los bosques, lo que da lugar al abandono y se traduce en un mayor riesgo de incendios", señalan desde el Foro de Bosques. Así, señalan que es conveniente llevar a cabo una adecuación fiscal –para incentivar la gestión activa, retribuir los servicios ecosistémicos y desincentivar el abandono–, crear un Fondo Forestal y para la Biodiversidad – que sea un instrumento diseñado para financiar proyectos de restauración–, poner a disposición seguros forestales efectivos y préstamos forestales verdes, ya que de la Cruz asegura que "hay un interés creciente de inversión en el sector forestal por parte de las empresas, que necesitan alinearse con las políticas de Responsabilidad Social Corporativa". Y es que "muchas empresas tienen la intención de involucrarse en iniciativas sostenibles, pero a menudo se enfrentan a la falta de mecanismos financieros accesibles, flexibles y rentables que les permitan canalizar estos fondos de manera efectiva".