Economía

El 36% de los menores de 30 años está sobrecualificado para realizar su trabajo

  • Cuatro de cada diez trabajaron a tiempo parcial por no encontrar a tiempo completo

En el año 2024, el 60% de los menores de 30 años en España había alcanzado un nivel educativo superior al obligatorio. El 37% había terminado estudios secundarios postoligarotios –como puede ser el bachillerato o la formación profesional de grado medio– y el 29,8 % había completado estudios superiores –FP superior o un grado universitario-. Aunque un mayor nivel educativo suele asociarse con una menor tasa de paro, los altos niveles de estudios han derivado en que, el año pasado, el 36,2% de los menores de 30 estaba sobrecualificado para su puesto de trabajo. Una tasa que crece hasta el 37,4% en los mayores de 34 años y al 38,5% para los que tienen entre 30 y 34 años.

El exceso de formación de los jóvenes es una de las cuestiones que destaca el último informe del Consejo de la Juventud Española (CJE) publicado el martes pasado, Observatorio de Emancipación. En concreto, el documento entiende como personas sobrecualificadas a todas las que cuentan con estudios superiores terminados y con trabajos que requieren una formación académica inferior a la que poseen.

Las cifras de formación excesiva en España además contrastan con el resto de países Europeos. Según la última estadística de Eurostat, nuestro país es el que tiene la tasa más elevada. Con una tasa media del 35% (para todos los ocupados, de 16 a 64 años), la sobrecualificación en España supera en más de diez puntos porcentuales a la media de la eurozona (en 12,4 puntos) y en 13,5 puntos más que el promedio de la Unión Europea. En este sentido, en Italia la tasa fue del 21% en 2024; en Francia del 20%; en Alemania del 19%, y en Portugal del 16%.

Sin embargo, el estudio del CJE también destaca que existe una relación entre el nivel de formación y la tasa de paro. El 13,4 % de las personas jóvenes con estudios superiores estaba en desempleo a finales de 2024, frente al 42,3 % entre quienes solo habían completado estudios primarios.

Precariedad por el subempleo

Además de la sobrecualificación, el documento alerta sobre algunas cuestiones que explican la precariedad del empleo de los más jóvenes. De hecho, según el CJE, en 2024 el 12,6% de los ocupados menores de 30 años se encontraba en situación de subocupación a finales de año. Es decir, tenían puestos con una carga horaria inferior a la que desearían, estando disponibles para trabajar más horas en un puesto alternativo.

En este contexto la contratación parcial creció ligeramente en 2024 para este colectivo hasta situarse en el 26,7 % . Además, entre los menores de 30 años con contratos de jornada parcial –un total de 854.572 personas–, el 40% lo hacían porque no habían encontrado un trabajo a jornada completa. Una cifra que, para el CJE, es "uno de los elementos que mejor reflejan la precariedad laboral juvenil".

Por otro lado, otra de las cifras que destacan la precariedad en los menores de 30 años es la proporción de contratos de duración determinada sobre el total. Y es que, tres años después de la entrada en vigor de la reforma laboral, la mayoría de los contratos realizados a personas jóvenes seguían siendo de carácter temporal (un 59 %), una proporción muy similar a la registrada en 2023. Cabe destacar, no obstante, que en 2021, antes de la entrada en vigor de la reforma de Yolanda Díaz, 9 de cada 10 nuevos contratos eran de duración determinada. Asimismo, a finales de 2024, el número de nuevos contratos indefinidos a tiempo completo aumentó en torno a un 3,2% respecto al año anterior.

Otra de las medidas estrella de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo ha sido el aumento del SMI. Un incremento que, sin embargo, se ha visto eclipsado en los últimos años por el aumento en el coste de la vida –principalmente causado por el encarecimiento de la vivienda–. En este sentido, el documento destaca que, aunque el salario mediano de los menores de 30 años ha crecido un 11% en comparación con 2023, la población joven sigue siendo el segundo grupo de edad con mayor riesgo de pobreza y exclusión social (solo por detrás de la infancia). En concreto, uno de cada tres jóvenes se encontraba en esta situación a finales de año. Y, entre los que contaban con un empleo, la proporción se situó en el 18,8%, una cifra que supera en casi 5 puntos porcentuales la registrada en 2009.

A pesar de las mejoras en la temporalidad y en el salario, la principal conclusión del estudio es que el porcentaje de jóvenes que se emancipan antes de los 30 es cada vez menor. A finales de 2024 solo el 15% de ellos vivían fuera de casa de sus padres. La precariedad y el incremento en los precios del alquiler hacen que este colectivo tenga que dedicar el 92% de su renta a vivienda.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky