
Patricio Villalba dirige la plataforma Agribusiness de Agromillora Iberia, una iniciativa innovadora para minimizar riesgos en las inversiones agrícolas. "La agricultura puede ser una gran oportunidad, pero no es un sector para improvisar, requiere conocimiento técnico, visión de largo plazo y una planificación profesional", afirma.
Para situarnos ¿qué es la plataforma Agribusiness?
La plataforma nace como respuesta al creciente interés de inversores no agrícolas en entrar en el sector agro. Fondos, family offices o empresarios, buscan oportunidades en activos reales, sostenibles y con rentabilidades atractivas, pero, se enfrentan a una gran barrera, la falta de conocimiento técnico y la dificultad para estructurar proyectos viables y escalables. La plataforma nace para cubrir ese vacío, con la clara misión de conectar todos los agentes imprescindibles para estructurar y ejecutar proyectos agrícolas sólidos, sostenibles y rentables, apoyados en todo el conocimiento que Agromillora ha acumulado a nivel global en las últimas décadas, permitiendo al inversor acceder a una red que integra operadores, propietarios de tierra e inmobiliarias, consultores, empresas de servicios, y también la colaboración y validación con centros de Investigación y universidades.
¿Qué valor diferencial aporta?
La plataforma Agribusiness es una iniciativa que integra la experiencia de Agromillora como actor clave en la transformación de la agricultura moderna, especialmente en el desarrollo de modelos en seto como el olivar, el almendro u otros, junto con una red de contactos única, experimentada, formada y que está al servicio de este proyecto. Hemos acompañado cientos de proyectos agrícolas desde la plantación hasta la producción en más de 25 países y eso nos da una visión transversal: genética, agronomía, mecanización, eficiencia, investigación, retorno económico, riesgos... Trabajamos con un claro enfoque inversor: oportunidades de negocio, rentabilidad, mitigación de riesgos, escalabilidad, criterios ESG, planificación…No hablamos solo de plantas o variedades, sino de estructuración de activos agroindustriales viables, sostenibles y con capacidad de aportar valor y atraer talento. Descárguese aquí gratis la revista elEconomista Agro
¿Qué servicios concretos ofrece?
Entre los recursos propios y la red de empresas colaboradoras, ofrecemos un acompañamiento integral desde la concepción de un proyecto hasta su ejecución y seguimiento. El enfoque es modular y adaptado a las necesidades del cliente, pero normalmente incluye: la identificación de oportunidades -analizamos zonas, fincas y cultivos potenciales con base técnica y de mercado-; diseño del modelo productivo -selección de especie, variedad, marco de plantación, sistema de conducción, mecanización, necesidades hídricas-; análisis técnico-económico -plan de negocio con estimaciones realistas de inversión, costes operativos, productividad, rentabilidad y riesgos); acompañamiento en la ejecución -desde la selección de la genética, hasta la supervisión de la plantación, con la puesta a disposición de las mejores empresas de servicios, consultores o formación del personal técnico; seguimiento y reporting, y por último, conexión con partners estratégicos, como operadores agrícolas, servicios financieros, aseguradoras, consultores, centros de investigación o compradores de producto, entre otros.
¿A quién está dirigida? ¿Es solo para grandes fondos?
En absoluto. Pensamos que en los tiempos que corren es imprescindible abordar los proyectos desde una perspectiva profesional y empresarial, independientemente del perfil de quien invierte. Trabajamos con agricultores, con fondos de inversión, family offices y vehículos institucionales. También nos dirigimos a empresarios que quieren diversificar hacia activos agrícolas, pero necesitan una solución profesional y confiable. Lo importante no es tanto el tamaño como el enfoque empresarial. Buscamos proyectos bien planteados, con visión de largo plazo, respeto al entorno y voluntad de hacer las cosas bien. Podemos ser la "puerta de entrada" para inversores que tienen interés en el agro pero no saben por dónde empezar.
La agricultura bien planteada puede ser una gran oportunidad de inversión, pero que no es un sector para improvisar
¿Qué papel juega la genética y el acceso a variedades en su propuesta?
Es clave. Agromillora es, entre otras cosas, una compañía global, con acceso a genética premium en olivo, almendro, cerezo, cítricos y otros leñosos. Una de nuestras mayores fortalezas es poder ofrecer acceso exclusivo a las mejores variedades, seleccionadas por su productividad, resistencia, comportamiento en seto o su demanda en el mercado. Esto se traduce en una ventaja competitiva desde el primer día. Si a eso le sumamos nuestro conocimiento en sistemas de alta densidad y mecanización, lo que ofrecemos no es solo una plantación, sino un modelo agronómico optimizado, con capacidad de producir más, mejor y de forma más eficiente.
¿Cómo se adapta la plataforma a la sostenibilidad ambiental y social?
Es otro de los pilares. Hoy cualquier inversión agrícola debe tener en cuenta los criterios ESG, primero por convicción, pero también por exigencia del mercado y de los inversores. Los modelos en seto son una excelente base para incorporar prácticas de agricultura regenerativa, uso eficiente del agua, monitoreo ambiental, minimización del uso de fitosanitarios, certificaciones ecológicas o sostenibles, etc. Además, promovemos la inclusión social y el desarrollo rural. Estos proyectos generan empleo estable, impulsan la economía local y ayudan a fijar población. Para nosotros, sostenibilidad no es un añadido, es una condición de viabilidad y éxito a largo plazo.
¿Podría darnos algún ejemplo de proyectos que hayan acompañado desde la plataforma Agribusiness?
Aunque la plataforma Agribusiness, como tal, se crea hace dos años, desde Agromillora llevamos más de 30 años acompañando los proyectos desde sus comienzos, realizando visitas, jornadas técnicas en el sector, dando voz a través de nuestra revista Olint a todas las innovaciones en los cultivos, poniendo a los clientes en contacto con toda la red de stakeholders necesarios. Hemos querido, a través de la plataforma, dar visibilidad a todo este trabajo cuyo valor se traduce en mayor éxito y menor riesgo en los proyectos, siendo siempre conscientes que nos encanta la innovación. Así pues, hemos promovido el desarrollo de los cultivos en seto, que hoy superan las 500.000 hectáreas de olivar por todo el mundo, y 20.000 hectáreas de almendro, muy enfocadas en la Península, pero también presentes en otras zonas. Tenemos intacta esa vocación y voluntad de mejorar la agricultura y hacerla más sostenible, realizando un uso más eficiente de recursos y creando valor en toda la cadena.
¿Cómo ve la evolución del interés por el agribusiness en los próximos años?
No tengo duda de que el interés va a seguir creciendo. Estamos en un momento en el que muchos inversores buscan activos reales, productivos, vinculados a la tierra y con enfoque de sostenibilidad. La agricultura profesional, bien estructurada, ofrece precisamente eso: rentabilidades razonables, baja correlación con los mercados financieros, posibilidad de escalado y un compromiso con el desarrollo sostenible que encaja muy bien con la agenda climática y social. El reto está en reducir riesgos y profesionalizar aún más el sector, y ahí plataformas como Agribusiness tienen un rol esencial: generar confianza, aportando datos, mitigar el riesgo y asegurar que el proyecto esté bien planteado desde el minuto cero.
¿Qué mensaje daría a un inversor que está considerando entrar en el sector agrícola?
Le diría que la agricultura bien planteada puede ser una gran oportunidad de inversión, pero que no es un sector para improvisar. Requiere conocimiento técnico, visión de largo plazo y una planificación profesional. La buena noticia es que no tiene que hacerlo solo. Con la plataforma de Agribusiness, accede a un universo de empresas que entiende tanto el campo como las finanzas, que ha recorrido ese camino en muchos países y que puede ayudarle a tomar decisiones informadas. Nuestro objetivo es asegurar el éxito de las plantaciones, y que el inversor pueda confiar y crecer.