Economía

Trabajo retrasa a septiembre la votación de la reducción de jornada por los casos de corrupción

  • El Gobierno considera se instrumentalizaría el debate para hablar de Santos Cerdán
  • Junts mantiene la enmienda a la totalidad y Díaz da más tiempo para explorar un acuerdo
La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La incertidumbre sobre la jornada laboral no se despejará este mes de julio. Así lo ha decidido el Ministerio de Trabajo después de reunirse con los negociadores de Junts y constatar que no contaba con el apoyo del único partido de los que apoyó la investidura de Pedro Sánchez que ha presentado una enmienda a la totalidad para frenar el Proyecto de Ley con el que se busca reducir a 37,5 horas la jornada máxima semanal en su tramitación en el Congreso de los Diputados.

La intención inicial del departamento de Yolanda Díaz era llevar esta iniciativa al debate que tendrá lugar en la Cámara Baja el próximo martes. No obstante, las dos partes consideran que el clima político generado tras la encarcelación del que fuera el número tres del PSOE, Santos Cerdán, convertirían la votación en un plebiscito que nada tendría que ver con la jornada laboral o los problemas que esta podría generar a las pymes y entienden que es más oportuno demorarlo al mes de septiembre.

El Ministerio de Trabajo ha hecho público esta tarde un comunicado que aseguran haber consensuado con el partido catalán en el que trasladan su decisión de "dar más tiempo a estos trabajos [de negociación] para que pueda superar la fase de totalidad en el próximo periodo de sesiones", es decir, después del verano. En este texto, la formación que encabeza en el Congreso Míriam Nogueras expresa su interés por "proteger a las pymes, autónomos y trabajadores de Catalunya" y defienden que es necesario más tiempo para sacar adelante una ley que entienden que exige que haya consenso.

Fuentes de la cartera de Trabajo se muestran convencidas de que una vez se retome la actividad parlamentaria, se podrá producir el debate en cuestión de semanas, dado que sostienen que los trabajos técnicos están muy avanzados gracias a las reuniones mantenidas en los últimos meses en los que aseguran que se ha profundizado en la configuración que tendría que tener la ley para cumplir con las exigencias de Junts y dar paso al debate de las enmiendas parciales, donde dan por sentado que también se harán incorporaciones sugeridas por Bildu, ERC o Podemos.

Es por ello que creen propicio demorar ligeramente el debate, ya que expresan que no tendrá grandes consecuencias en la práctica, puesto que no se iban a producir avances en la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados durante el mes de agosto. En contra, las fuentes de Trabajo expresan que si se produjera el próximo martes, el debate se instrumentalizaría por parte de los grupos de la oposición.

Desde la formación de Carles Puigdemont atribuyen esta decisión al Gobierno, que habría visto que llegaba a la votación sin contar con los apoyos suficientes para evitar que la medida fuera tumbada, ya que el grupo pensaba mantener la enmienda a la totalidad. De hecho, desde el empresariado catalán este anuncio ha sido recibido como una buena noticia. Foment del Treball ha hecho una publicación en X (Twitter) en el que ha agradecido que grupos como Junts "hagan un ejercicio de coherencia y mantengan su posicionamiento" de rechazo a esta iniciativa.

Desde el ala socialista ya se había trasladado en varias ocasiones la idea de que no importaba si en lugar de salir a la primera, se aprobaba a la segunda, incluso llego a verbalizarlo la propia vicepresidenta María Jesús Montero en el Congreso de CCOO y fuentes gubernamentales aseguraban que preferían enfrentarse a una derrota parlamentaria en mitad del verano que en el mes de septiembre.

Los sindicatos habían reclamado que esta norma se votara antes del inicio de agosto con el objetivo de esclarecer cuál iba a ser el tiempo de trabajo a aplicar en 2026 antes de empezar a negociar los convenios colectivos y el próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que dictará las pautas para de las negociaciones de los próximos tres años, cuya clave acostumbra a ser la subida salarial proyectada, la cual se ve claramente influida por el tiempo de trabajo.

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