
Los esfuerzos del BCE recortando tipos no están aterrizando en la economía en toda su magnitud. Al menos eso es lo que dejan ver los últimos datos de crédito que ha publicado el propio banco central. Entre las últimas estadísticas de liquidez destaca el crédito a sociedades no financieras, que se quedó clavado en mayo en el 2,5% interanual frente al 2,6%. Todo esto en un entorno de bajadas de tipos de interés donde, en ese mismo momento, ya se atacaba con un recorte a una zona neutral para el precio del dinero. Los analistas temen que estos datos muestren a las claras que las políticas de la institución monetaria no se filtren a la economía.
Con 12.000 millones de euros, el flujo mensual de préstamos a los hogares fue el más bajo desde noviembre pasado. Desde ING dan por hecho que con estas cifras "queda claro que la flexibilización monetaria se está filtrando a la economía con lentitud". El motivo detrás de esto sería que "la incertidumbre en la economía ha reducido el impacto que deberían haber generado los recortes en los tipos de interés".
En ese sentido, la firma neerlandesa señala que si sigue la tendencia, creen que provocará un recorte de tipos más al menos por parte del BCE. Además, la entidad neerlandesa señala que "se trata de la primera vez que hay un retroceso en el crédito desde julio del año pasado". Algo que refleja que "la transmisión de política monetaria se está debilitando".
Mientras se subían los tipos había un fuerte debate en el seno de la institución sobre la fortaleza de la transmisión de la política monetaria. En aquel entonces la solidez de los balances de los bancos era la clave para explicar un 'delay'. Philip Lane, economista en jefe del BCE, decía hace solo un año que "la enorme liquidez permitió una reacción ordenada pero a medida que esta fue menguante, también lo hicieron los préstamos". Ahora el problema vendría desde el otro lado de la balanza, los usuarios no buscan el crédito ante la aversión al riesgo, aunque el 'precio del dinero' sea más barato.
Según Morgan Stanley la sensación general entre empresas y consumidores es de máxima incertidumbre tanto por los aranceles como por el contexto europeo. Es por ello que están frenando sus planes y evitando el endeudamiento. "Nuestras expectativas muestran una Europa más desafiante. Pese a un arranque sólido en 2025, nuestros economistas prevén que el crecimiento se desacelera". Además señala que los aranceles de EEUU son claves para explicar por qué las empresas europeas reciben menos créditos. "Una cuarta parte de los ingresos de Europa se generan en EEUU". En este contexto de incertidumbre sobre qué pasará con los gravámenes, se congelan los movimientos.
Más allá de los créditos, la duda respecto a esto se ve en el M3, la estadística que refleja el efectivo, los depósitos (tanto a corto como a largo plazo) y otros activos. En resumen, sirve para intentar medir la liquidez total que hay en una economía. En este sentido, a pesar de que se ha venido disparando desde finales de 2023, actualmente se ha quedado algo más estancada con un aumento del 3,9% hasta los 16,9 billones de euros. En enero ya estaba en los 16,8 billones tras una rampante subida desde los 16,5% en septiembre.
Respecto al crédito bancario solo a los hogares, que se venía acelerando durante 2024, este se ha estancado con una subida de solo el 0,2% intermensual que se mantiene mes a mes en lo que llevamos de 2025. "En mayo se observó una ligera desaceleración del ritmo de crecimiento, que se sitúa ahora en su nivel más bajo desde noviembre", comentan desde ING. En general, "observamos un efecto de estabilización, lo que sugiere que las condiciones de flexibilización monetaria ya no se están trasladando con tanta fuerza al canal de crédito".
Un mar de incertidumbre
Esto es particularmente importante pues el repunte de la economía europea tras un 2024 de estancamiento se basa, al margen del mayor gasto público, en el impacto que debería tener un BCE recortando dos puntos porcentuales desde junio de 2024, en un impacto que debería sentirse este 2025. Según las proyecciones del BCE el PIB de la región debería repuntar un 0,9%.
En cualquier caso, esta situación, según expresaba el propio BCE en su encuesta empresarial de mayo, será solo mientras se mantengan el peligro de los aranceles. En un sondeo del banco central a los 79 mayores representantes empresariales, muestra que una gran parte está deteniendo sus planes de gasto, contratación e inversión hasta ver cómo se resuelve la situación.
"Muchos proveedores dicen que sus clientes están parando sus proyectos ante la incertidumbre actual". Aterrizando en los gravámenes en concreto, el BCE defendía que "el principal impacto de estos por ahora ha sido incitar a las empresas a hacer alguna pausa y reevaluar su situación, en particular sus negocios en EEUU".
De momento la situación arancelaria no está ni mucho menos solucionada. Quedan ya pocos días para que se implementen los aranceles recíprocos . Ya está operativo un gravamen del 10% general, sumado al 25% al precio del acero, aluminio, automóviles y piezas de coche que afectan principalmente a esta región. Sin embargo, podría activarse un 50% general si no hay acuerdo. Por ahora la tensión es máxima a la espera de saber cómo se resuelve el pacto entre ambas. Más allá de saber si irá o no a buen puerto, ver qué tributo final queda encima de la mesa pues en el caso del Reino Unido, al final los aranceles fueron más altos de los que había antes de iniciar todo este proceso.