
Las exportaciones valencianas siguen sin remontar y además se empiezan a percibir los efectos de la guerra arancelaria a golpe de anuncio del presidente norteamericano. Donald Trump eligió el 3 de abril pasado como su mediático "día de la independencia económica" para fijar aranceles al resto del mundo y la realidad es que durante ese mes las ventas de productos valencianos al mayor mercado del mundo se desplomaron más de un 18% según desvelan los datos oficiales de Comercio Exterior.
En conjunto las exportaciones valencianas siguen en negativo y acumulan una tendencia a la baja que ya supera los dos años de retroceso de uno de los tradicionales motores económicos. Entre enero y abril las ventas al exterior de la Comunidad Valenciana alcanzaron los 12.575,7 millones de euros, un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior. En ese periodo el conjunto de España registró un ligero alza del 0,8%.
Si se toman los datos sólo de abril, la caída de las ventas al exterior de la región fue aún más pronunciada, del 6,3%, dejando la balanza comercial con un superávit cada vez más corto e incluso con déficit en el caso de la provincia de Valencia.
Durante el pasado mes de abril en que Trump apareció con su pizarra para imponer de boquilla aranceles que aún siguen sin estar claros los efectos en el comercio internacional entre la Comunidad Valenciana y Estados Unidos son perceptibles. En ese mes las ventas de productos valencianos cayeron un 18,1%, pero aún sufrieron más las importaciones desde el país norteamericano, que se desplomaron un 33,4% según la estadística oficial.
Ese desplome mensual lleva la exportación valenciana al país de Trump a reducirse un 8,1% mientras que las compras desde Valencia se recortan un 21,4%.
El automóvil, sin tocar fondo
Los datos vuelven a mostrar una caída sin fondo del sector de automóvil, que acumula hasta abril un descenso del 28,6% con la planta de Ford en Almussafes en mínimos productivos a lo que se suman caídas del 40% en lo que es la exportación de componentes y piezas.
Pese al buen comportamiento del sector agroalimentario, que mantiene un crecimiento de dos dígitos, con el 10,2%, y supone 28 de cada 100 euros que se vende fuera, no es suficiente para sostener el conjunto, ya que al automóvil que representa ya menos del 10% se suma las caídas también de la industria química y de bienes de equipo.