Economía

Por qué los aranceles no prenden la inflación: la gran trampa de China y el truco de las empresas de EEUU

  • Pekín ha conseguido evitar los gravámenes y los ingresos arancelarios prueban esto
  • Las empresas han construido un escudo histórico de inventarios que da margen
Puerto con mercancías (Dreamstime)

A pesar de que los aranceles son la gran amenaza inflacionaria que se cierne sobre EEUU (y sobre el mundo) al nivel de bloquear a la Fed en sus recortes de tipos, la sangre no ha llegado al río, dejando a muchos desconcertados. Los últimos datos del IPC relativos a mayo, con gravámenes de tres cifras para China y algunos ya operativos a Europa y a productos específicos (como el acero o los automóviles), han marcado alzas de solo una décima respecto al mes anterior. Un 2,4% interanual y una subyacente en el 2,8% ha llevado a los analistas a una conclusión, los aranceles no han llegado pese a su anuncio y su puesta en largo oficial. Los expertos están advirtiendo de dos factores clave, un escudo que han construido las propias empresas y una 'trampa' de China con la que está consiguiendo eludir los aranceles.

Desde Caixabank, Rita Sánchez Soliva, explicaba que "aquellas partidas que se esperaba que empezaran a acusar antes el aumento de costes por los mayores aranceles, como bienes duraderos y no duraderos, registran incrementos mensuales de solo un 0,2% y 0,0%, respectivamente, lo que parece indicar que, de momento, no se está produciendo el temido traslado a precios finales del aumento de aranceles". Resulta destacable que los precios de los vehículos y camiones nuevos hayan caído en el mes un 0,5% y un 0,3%, respectivamente, a pesar de los aranceles vigentes sobre los autos. Dos productos a priori totalmente afectados por los aranceles cuyos precios han caído.

El gran colchón anti-Trump

Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM defiende que el motivo fundamental por lo que ha ocurrido esto es por que las empresas han construido un potente escudo de inventarios con compras masivas de abril y marzo y que, por ahora, están evitando trasladar el coste a los precios y asumiendo a través de esos almacenes llenos el golpe. "Creemos que hay un exceso de existencias incluso, los datos de importación reflejan unas compras masivas dado que las empresas adelantaron sus pedidos en el primer trimestre".

Sin embargo, el experto señala que no se contaba con un consumo debilitado, algo que ha generado una situación extraña, hay incluso demasiada oferta que da salida a precios anteriores a las medidas de Trump. "Ante el debilitamiento de la demanda de los consumidores, los minoristas parecen estar liquidando existencias anteriores a precios antiguos". Esto se ve, según el mismo, por una caída en los precios de producción del 0,5% en abril para las empresas con la maquinaría desplomándose un 6,1%.

Según los últimos datos PMI de S&P Global se produjo precisamente en mayo "una acumulación de inventarios sin precedentes", según reconocía Chris Williamson, economista en jefe de la agencia. Según los datos de la misma se ha llegado en 2025 al punto más alto en 18 años liderado, precisamente, por las empresas de bienes de consumo. Desde Monit hablan concretamente de unos inventarios absolutos creciendo un 19,2% en el primer trimestre de 2025.

En cualquier caso está situación tan boyante tiene un punto final claro y es pronto. Desde Bank of America creen que se puede exagerar la influencia y resistencia de los mismos, de hecho, explican que muchas partes de las compras por adelantado fueron precisamente por los consumidores y no por la industria. "Creemos que los próximos meses estos ya se verán mucho más ajustados y por lo tanto habrá una mayor inflación".

Sin embargo, este es solo uno de los grandes factores que explican el 'delay' inflacionario. Al margen de este motivo, la realidad es que los aranceles no están materializándose cómo explicarían las cifras presentadas por Trump. Lo que implica que, incluso cuando estopa productos encarecidos por la medida empiecen a filtrarse en el mercado, las subidas de precios por ahora no serían tan agresivas como indicarían las primeras estimaciones. El motivo al que apuntan los analistas es claro, los principales proveedores de EEUU están logrando saltarse los gravámenes.

La trampa de China

Esto se ve muy bien en los mismos ingresos arancelarios. Estos han sido de 19.300 millones de dólares. Es un avance relevante frente a los 6.800 millones de febrero, lo pero supone un tipo efectivo del 7%, frente al 2,3% de aquel entonces. Esto quiere decir que se está pagando mucho menos que ese 30% de arancel general que reinaba en EEUU durante la mayor parte de abril. Los analistas de Safra Sararin tiene claro que el motivo descansa en que "los exportadores chinos han desviado sus productos a través de terceros países".

Las exportaciones de China a África se han disparado un 30%, también han crecido en mayo más de un 10% a la Asean y la UE. Todo esto mientras retroceden clarísimamente más de un 35% a EEUU. No hay forma de conocer si realmente esto está sucediendo al 100% pues las reexportaciones se basan, precisamente, en hacer irrastreable el origen del producto para eludir los aranceles, pero la realidad es que la expansión del comercio con África en tan poco tiempo ha levantado sospechas.

Las reexportaciones no son precisamente algo nuevo. Heinrich Foundation ya comentaba que en su primera etapa China había realizado esta medida para en la primera guerra comercial, allá por 2018. "La política industrial china opera mediante un amplio aparato multidimensional diseñado para exportar su modelo y eludir las medidas de protección contra sus prácticas distorsionantes. Este aparato se centra en la localización y la reexportación a terceros países, en y a través de zonas que carecen de mecanismos sólidos de control comercial e incluso pueden recibir un trato comercial preferencial".

Al margen de África, en una entrevista con Business Insider, Jaya Wen, profesora de Gobierno y Economía internacional en Harvard, decía que "si los bienes se transforman en un país intermedio, se pueden evitar los aranceles" y señalaba a Vietnam como un destino clave en esta arquitectura. También hacía lo propio con Tailandia, ambas potencias que tienen aranceles pero mucho menores. Ambos miembros del Asean y exportadores, por lo que su papel como intermediaron cobra más sentido.

¿No habrá más inflación entonces?

Sin embargo, los expertos señalan que ambas tácticas solo retrasan lo inevitable. Con el tiempo los inventarios a precios 'prearancelarios' se agotarán y se logrará mejorar la trazabilidad de productos chinos y de otros países que quieran saltarse las normas de EEUU. El mismo Safra Sarasin, que advierte de los problemas por los que no se termina de trasladar la política arancelaria a los precios remarca que esperan que la mitad se absorba en los márgenes de las empresas y la otra mitad en precios de los consumidores, provocando siete décimas más en el IPC en 2025.

La misma Reserva Federal publicó este miércoles su diagrama de puntos elevando las perspectivas de inflación al 3% para este año por este motivo. En un reciente informe de la Reserva Federal de Boston se habla de un alza de entre cinco décimas y ocho décimas este año con los gravámenes actuales. Desde Yale apuntan a un 1,3% más por este objetivo y la Conference Board apunta a un 4% para finales de año. La encuesta de la Universidad de Chicago, que recoge a diversos economistas, habla de ocho décimas más.

En resumen, si bien hay trampas y mecanismos con los que no se está materializando aún el golpe inflacionario… este parece inevitable. Queda por ver los tiempos en los que se ejecuta. De momento la inflación resiste pero en cuanto sus efectos empiezan a aterrizar la Reserva Federal se verá ante una difícil decisión. En cualquier caso, con una economía golpeada y en desaceleración, el consumo minorista descendiendo y con otras alertas, la incertidumbre es máxima.

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