El Ministerio de Seguridad Social busca cerrar los compromisos firmados en el mes de julio de 2024 con los agentes sociales y reformar la jubilación flexible, la última pata del acuerdo de pensiones. Tras aprobar el Real Decreto-ley 11/2024, que introdujo cambios en la jubilación parcial, activa y demorada y el reglamento que regula el acceso a la jubilación anticipada, el Ejecutivo avanza en las negociaciones para la flexible, que regula la vuelta de los jubilados al mercado laboral. Este lunes, el Departamento de Saiz presentó una propuesta en la mesa de negociación con patronal y sindicatos que plantea elevar del 25 al 40% la jornada para acceder al retiro flexible. El documento, al que ha tenido acceso elEconomista.es y que ha sido adelantado esta mañana por Expansión y ABC, además baraja subir los incentivos y aumenta la cuantía de la parte de pensión que se recibe entre un 10 y un 20%.
En concreto, la propuesta de Inclusión para modificar la jubilación flexible sube los porcentajes mínimos y máximos de jornada que debe realizar el que acceda a esta modalidad de retiro. En caso de aprobarse este borrador, el mínimo pasaría -como ya se ha mencionado- del 25 al 40% y el máximo del 75 al 80%. Es decir, lo que el Ejecutivo plantea es que quienes optan por volver al mercado laboral después de haberse jubilado trabajen más horas y exige que, para acceder a la flexible, la persona ya se hubiese retirado.
Tal y como detalla la propuesta presentada ante agentes sociales, el porcentaje de pensión a cobrar complementaría el salario. Por ejemplo, si una persona vuelve al 40%, la Seguridad Social pondría el 60% restante; si trabajase un 50% la pensión añadiría el otro 50%, y si el jubilado cobrase el 80%, se complementaría con un 20%. Es decir, "el importe de la pensión a percibir se rebajaría en proporción inversa a la reducción de la jornada de trabajo por el pensionista", reza el documento.
Un incentivo que varía entre el 10 y el 20%
Además, si el jubilado esperase seis meses para volver a trabajar recibiría un incentivo que variará entre el 10 y el 20% sobre la parte de la pensión que siga cobrando. Así, la cuantía de la pensión a percibir (por la parte que no se trabaje) será un 20 % superior en el caso de que la jornada parcial sea entre el 60 y el 80 %, y un 10 % superior si la jornada es de entre el 40 y el 60 % de una completa.
Otra novedad que incluye la propuesta es un incremento sea del 20 % independientemente de la jornada en caso de que el jubilado decida emprender. Una opción que requiere que dicha persona no haya estado de alta como autónomo en los cinco años previos a la jubilación.
Incompatibilidades
La iniciativa presentada el lunes también incluye una lista de incompatibilidades de la jubilación flexible, entre las que Seguridad Social apunta que no se podrá acceder a esta modalidad de retiro si el jubilado ya cobra una pensión de incapacidad permanente que pudieran corresponder por la actividad desarrollada. Pero sí lo será con los complementos por maternidad o de brecha de género y se excluirá, en todo caso, el complemento para pensiones inferiores a la mínima.
Además, en la propuesta se elimina la posibilidad de que los años en jubilación flexible puedan servir para calcular de nuevo la base reguladora, pero se hace compatible con los incentivos a la demorada, que suponen incrementos de la pensión o el pago de una cuantía única en función del tiempo que se retrase la salida definitiva del mercado laboral.
Por último, una vez el trabajador finaliza la relación laboral por cuenta ajena o el trabajo por cuenta propia, se restablecerá el percibo íntegro de la pensión de jubilación.